Cualquier
hombre en el lugar de Ulises también hubiera preferido las sirenas. Eran
perfectas para las orgías que festejaban en los barcos, y un ingrediente
exquisito para la paella.
viernes, 8 de junio de 2012
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12 comentarios:
Mira por dónde, jamás lo había visto desde esa optica.
Un saludo.
El asunto es comértela.
Un abrazo.
Nunca lo habia pensado asi, tienes razon
Un abrazo
De ahí la grandeza de Ulises.
Abrazos
¡Ja! y... perder el misterio, no, Ulises no nos puede hacer esto.
¡Muy ingenioso!
Besitos
Bueno, no sé yo el ingrediente ese, pero bueno, si la paella queda exquisita... Nunca me gustó Ulises y ahora sé porqué. Un abrazo.
Veraderamente deliciosas desde todo punto de vista... Debe ser por eso que nunca volvieron a verse.
Un abrazo Martín.
Pedro, siempre hay una nueva forma posible de ver las cosas. Gracias por comentar. Un abrazo!
El moli, me hiciste reír. Gracias por tu comentario tan cierto. Saludos!
Lapizlazuli, entonces no sé porqué se quejaba Penélope. Saludos!
Susana, así es. Ulises nos dejó una gran enseñanza. Un beso
Elysa, nadie debería quejarse. Las paellas, en aquella época, eran mucho más ricas. Un abrazo!
Mar, no es culpa de Ulises, sino del cocinero. Gracias por pasar y comentar. Un beso
Alejo, en aquella época no existía Greenpeace, y las sirenas se extinguieron rápidamente. Un abrazo!
muy bueno...permiso lo llevo a mi muro. saludos . siempre un placer tu blog.
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