Un vetusto esqueleto sin cabeza recorre a tientas las oscuras calles de Copenhague. Busca con desesperanza a aquel príncipe dubitativo que, hace siglos, profanó sus restos. Le han dicho que se llama Hamlet.
viernes, 30 de abril de 2010
miércoles, 28 de abril de 2010
Una actuación memorable
Nunca vi a nadie que se compenetrara tanto en sus personajes como lo hacía Reinaldo García. Podía interpretar con la misma pasión y plasticidad a un quieto árbol del bosque o al Macbeth de Shakespeare. Con actuaciones dignas de premios y buenas críticas, siempre lograba que el público estallara de júbilo en el aplauso final. ¡Qué buen actor, por Dios!
Es una pena que ya no pueda regalarnos semejantes actuaciones. Murió en escena el día del estreno de aquella fatídica obra en la que le tocó representar la escena del suicidio.
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lunes, 26 de abril de 2010
El reflejo
Desperté de golpe sin saber quién soy. Una mujer duerme a mi lado. Es bella, pero ignoro quién es y cómo llegó hasta aquí. Tampoco sé donde estoy ni porqué me encuentro en este lugar. Me miro al espejo ubicado en una de las paredes del ambiente. Veo un rostro de ojos verdes que me resulta desconocido. Abajo, dos senos redondos, perfectos, y un par de piernas largas, infinitas. Observo atentamente a la dama que aún dormita, y me sorprende notar que tiene un cuerpo idéntico al que acaba de mostrarme el espejo. Ella abre los ojos y me mira con curiosidad. Luego, comienza a hablarme naturalmente, como si no le asombrara la situación, ni nuestra increíble identidad física. Me dice que mi nombre es Angelina, que tengo treinta y ocho años, y que deberé ocupar su lugar tan pronto como la enfermedad terminal que sufre acabe con su vida. Hasta que eso ocurra, ella me transmitirá todo lo que necesite saber, para convertirme en un reflejo exacto de su existencia. También me enseñará a amar al hombre que nos observa sonriente del otro lado del vidrio, su marido, mi futuro esposo, el artífice absoluto de su exitosa clonación.
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viernes, 23 de abril de 2010
Crónica de terror
Con la luz apagada dentro de mi cuarto, oigo el andar de un ser monstruoso que merodea mi vivienda. Respiro despacio para que no note mi presencia, mientras trato de cubrir la luz de la linterna bajo la cual escribo esta crónica desde mi escondite. Escucho sus pasos cercanos, justo del otro lado de la puerta. El sujeto amenazante comienza a rasgarla duramente; no creo que la madera pueda resistir por mucho tiempo. Siento el hedor nauseabundo que desprende su cuerpo abominable, y no puedo evitar un estornudo. Veo su sombra amorfa dibujándose en el techo. Tiemblo un poco, inevitablemente, pero prefiero seguir escrib…
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miércoles, 21 de abril de 2010
Amor salvaje
A ella le encanta exhibirse desnuda ante su enamorado. Algunas veces, se anima a mostrarse completa; otras, en cambio, prefiere insinuar sólo un poco, como haciéndose rogar. Por momentos, ella elige ocultarse entre las sombras, para aumentar el deseo, y obligarlo a imaginarla en la oscuridad.
En cualquiera de los casos, él la ama locamente, y responde a su presencia con aullidos, cuando el sol se oculta tras la arboleda del bosque, para permitir que ella aparezca, lejana y radiante, en medio del cielo.
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lunes, 19 de abril de 2010
Buenas noticias II
Hoy los molestaré con una entrada informativa, espero sepan disculparme. No quiero pecar de presumido, pero la alegría es tan grande que necesitaba compartir estas nuevas buenas noticias con todos ustedes.
Se trata de tres publicaciones en papel que contienen relatos de mi autoría, todos ellos aparecidos previamente como entradas en este Living.
1) En primer lugar, estoy muy feliz por haber sido publicado en España, dentro de la antología de microrrelatos llamada "Supervivencia", de Ediciones Fertguson.
Dicho libro está compuesto por los 149 finalistas del Certamen de Relato de Ediciones FERGUTSON correspondiente al mes de Noviembre ‘09, e incluye mis microrrelatos "Las visitadoras", "El conjuro", "Tres deseos", "Antes que llegue el rojo amanecer", "El cuento de otro Mundo", "El nacimiento de Iemanjá", "Las mil y una bodas", "El olvido fatal", "Un relato de otro autor" y "El reencuentro".
Si alguien estuviera interesado en comprar un ejemplar, pueden adquirirlo en línea, a través de este enlace.
2) También quiero anunciarles que mi cuento "Un beso y una flor" ha sido seleccionado por la escritora, docente y periodista Marta Rosa Mutti, para integrar la antología "Habitar en secretos" de Editorial Dunken.
Este libro será presentado y puesto a la venta el 2 de mayo de 2010, en el marco de la 36a. Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
A partir de esa fecha, seguramente podrán adquirirlo también en la librería virtual de la editorial, a la que pueden acceder en este enlace.
3) Por último, quiero contarles que esta semana han publicado mi microrrelato "Esperando al Teté" en el N°32 de la Revista Oblogo, de amplia distribución gratuita en la ciudad de Buenos Aires.
En dicha publicación se agregaron, además, los comentarios de algunos lectores del Living a dicha entrada del blog.
Si alguno estuviera interesado en leerla, pueden descargarla gratuitamente en este enlace.
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viernes, 16 de abril de 2010
El rey justo
Parado frente al trono de su majestad, el bufón pedía clemencia entre sollozos. Alegaba haber usado sus rutinas más geniales para entretenerlo, pero el rey ni siquiera había esbozado una mueca de contento.
Fue entonces que el jocoso animador se acercó hasta la fosa y, dando un triple salto mortal en el aire, se arrojó de cabeza a los leones. Así, el monarca rió satisfecho y confirió su perdón tan anhelado: ordenó que los soldados colocaran al virtuoso artista en un sector destacado del Panthĕon.
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viernes, 9 de abril de 2010
El café frío
Como todas las mañanas, leía el diario mientras tomaba un café cerca de la oficina. De repente, vi aparecer a Eduardo cruzando la puerta. Hacía mucho que no lo veía al flaco; estaba casi igual que la última vez que nos habíamos encontrado, algunos años atrás, en esa misma cafetería.
Se acercó caminando directo hasta mi mesa y festejamos el casual encuentro con un abrazo amistoso. Lo invité a sentarse y tomar un café conmigo. Le conté acerca de mi vida, de cómo estaban los chicos, mi esposa, los perros, nuestros amigos en común. Sin embargo, él me escuchaba en silencio, con apatía, apuntando su mirada triste hacia la tacita de café que se enfriaba pasivamente. A pesar de mis preguntas, no quiso contarme nada acerca de sus cosas, salvo algunas quejas por tener demasiado tiempo libre en esos días. Al despedirse, noté que lo estaba haciendo para siempre. Se alejó sin darse vuelta, arrastrando los pies, esquivando las mesas tardamente. Estaba raro.
Me quedé leyendo el diario por un rato. Descubrí que el nombre del flaco se repetía varias veces, escrito en negritas, entre las necrológicas.
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miércoles, 7 de abril de 2010
El palacio de arena
El muchacho se propuso construir un fascinante castillo de arena, con sólo un balde y una palita. Elevó seis torres colosales, unidas por un muro de tres metros para asegurarle privacidad. Cavó una fosa enorme alrededor de la muralla buscando darle protección. Distribuyó los ambientes con estilo antiguo, primero cuatro dormitorios, luego otros tres (en definitiva, un palacio real como ese no podía tener menos comodidades). En la amplia suite nupcial con vista al mar ubicó la figura de su princesa soñada.
Se detuvo a observar a la doncella asomada por la ventanita de sus aposentos. Ella devolvió la mirada con una sonrisita pícara, mientras desajustaba su traje principesco elegantemente. El joven abandonó sus pertenencias en la orilla y trepó ágilmente el muro del palacio hasta la abertura de la habitación de arena, donde la mujer lo esperaba para agradecerle por la generosa construcción.
Las endebles paredes del palacio resistieron poco. Las bravías olas del ocaso derribaron sin piedad las torres gigantescas y alisaron la fosa protectora, devorando a su paso todo aquello que se animó a interponerse.
El constructor y su princesa no llegaron a darse cuenta.
El constructor y su princesa no llegaron a darse cuenta.
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