Después de muchos años de ser perseguida en el oscuro y estrecho laberinto, la señorita Pacman se enamoró de un fantasmita y se dejó alcanzar. Por algún tiempo, vivieron felices y comieron puntitos, hasta que un día, cuando ayudaba a cruzar la calle a una ranita Frogger, el fantasmita murió aplastado por un camión.
jueves, 26 de marzo de 2009
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4 comentarios:
Ese mítico "comecocos".
Este cuento es una especie de homenaje a tantas horas de entretenimiento... Saludos
y se fue al cielo de los fantasmitas!
jajaja... muy buen comentario Carina! Saludos
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