domingo, 26 de febrero de 2012

Tres años

Hace exactamente tres años, el Living sin Tiempo abría sus puertas por primera vez. Hoy, se encuentra lleno de cuentos y microrrelatos, pero todavía quedan sillas libres, y espacio para nuevos textos. Por eso, al momento de soplar las velitas, renovaré las ganas y el compromiso por otro año más. Además, brindaré por todos ustedes, en agradecimiento por seguir ahí. Este Living sin lectores sería como un pastel de cumpleaños sin velas. Muchas gracias por todo. Y...  
¡FELIZ CUMPLEAÑOS! 
 

jueves, 23 de febrero de 2012

El fiestero

Siempre fue el alma de las fiestas. Incluso, después de muerto.

martes, 14 de febrero de 2012

La piel de oso

En horas de luz, simula estar dormido sobre el piso del salón. Por las noches, se levanta sigilosamente y sale a devorar algún cazador.

viernes, 10 de febrero de 2012

El riego necesario

Desde el balcón, el geranio envidiaba a la azalea que se exhibía sobre la mesa del comedor. Ella tenía contacto directo con su propietaria, no sufría las inclemencias del clima, y recibía elogios diarios hacia sus flores. A él, en cambio, sólo lo regaban de vez en cuando, y ni siquiera lo entraban durante los días de lluvia. Total, siempre resistía.
La azalea, por el contrario, tenía el deseo de estar a la intemperie. Allí podría tener una maceta de mayor tamaño, y bailar con el viento cada vez que le dieran ganas. También podría disfrutar de los sonidos urbanos, en lugar de tener que soportar el silencio deprimente que la rodeaba por las noches.
Aunque se miraban con recelo a través del ventanal, disfrutaron de su muda compañía hasta el día del atroz temporal, que taló de un latigazo frío todas las plantas del exterior.
Sin explicaciones biológicas posibles, la azalea fue encontrada al día siguiente sin sus flores y con las hojas secas, desfallecida sobre la mesa del comedor.

lunes, 6 de febrero de 2012

Un deseo sobre rieles

Cada vez que veía pasar un tren, siempre pedía el mismo deseo. 
Aquella noche, supo por fin que su aspiración se cumpliría. Se había encargado él mismo de encadenar a la mujer a las vías.

jueves, 2 de febrero de 2012

Prefacio para una novela inédita

La fascinante historia relatada en este libro está protagonizada por un mago al que nunca le salían los trucos. Siempre existía una razón imprevista para el fracaso: un niño que descubría el engaño desde la primera fila, una paloma que se negaba a aparecer, un mazo de naipes inexplicablemente desordenado, una asistente cuya mano era amputada dentro de la caja. Sus funciones eran tal fiasco, que sólo generaban una mixtura de burlas e improperios entre los espectadores.
A pesar de eso, el mago decidió no dedicarse al perfeccionamiento de su oficio. Sus atípicas rutinas adquirieron pronto un importante éxito comercial, para el que los asistentes abonaban entradas cada vez más caras, sólo para verlo fracasar.
Me lancé a escribir esta novela biográfica como resultado de una ardua investigación a través de la cual descubrí que el mago hacía fallar sus trucos con deliberada intención. Decidí revelar en estas páginas los motivos dañinos que lo llevaban a actuar de esa manera engañosa. Por desgracia, el protagonista descubrió mi manuscrito antes de que alcanzara la imprenta, y utilizó uno de sus trucos exitosos para hacer desaparecer todo el texto que se hallaba escrito después del siguiente punto y aparte.