lunes, 25 de mayo de 2009

Una demora imperdonable

Le aseguré que me reuniría con ella en aquel encuentro social tan importante, a las doce de la noche, sin demoras, pero un inconveniente imprevisto me impidió llegar a tiempo. Seguramente por eso, cuando me acerqué, ella ignoró mi presencia, o no quiso notarla. Le hablé al oído, la miré fijamente durante toda la noche, juguetee con las luces del salón, moví el humo de las velas y los inciensos, y hasta grité abiertamente que la amaba, para llamar su atención. Pero ella, sólo respondió con una extraña y cruel indiferencia. Me había advertido que no perdonaría un retraso más, y así lo hizo, por lo menos, hasta el día siguiente, en que vería mi nombre listado entre los obituarios, junto a la noticia que relataba el fatal accidente.

45 comentarios:

ana dijo...

Pienso si simplemente fue un enfado que tenemos a veces, de esos tontos.

Madre mía cómo se le quedaría el cuerpo al ver la noticia.

Me has dejado encojidita.

Un besoooooo.

jose rasero dijo...

No somos nada. Y nuestro estúpido orgullo puede jugarnos desagradables sorpresas. Muy bien narrado
Abrazos

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

¡Qué mujer tan incomprensiva! Y sí, está bien, hay algunos hombres que abusan de la paciencia femenina, pero a veces con justa causa.

Un saludo, Martín. Bien narrado.

A.L.Zarapico dijo...

¿Una mujer? creo que se trataba de algo más...

Andrea dijo...

Pobrecillo, el tampoco sabía que había muerto, me recordó a Ghost.
Muy bueno Martín. Un beso..

una más... dijo...

Paso por casualidad por tu hogar y la primera entrada que leo va directa al corazón, qué crudo final..
volveré si me lo permites :)
Saludos..

SIL dijo...

Ya que a a partir de ahora te sobrará tiempo, regresá cada noche...en una de esas...
BESOS de living (puntuales)

INSPIRACIÓN dijo...

Directo, crudo, se me puso la piell de gallina.
Me gustó.
Besos

Leola dijo...

Anda... últimamente me dejas con los pelos de punta al final de las historias. No sé por qué pienso que ese hombre tenía tantas ganas de ir a ese encuentro que casi ni notó que ya no estaba vivo. Y en ella no quiero ni pensar, el día siguiente tuvo que ser... uff.
Un beso.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Había oído excusas muy originales...pero llegar tarde por estar muerto supera a todas las que he oído!! jejjee

muy bueno!


Un abrazo!

Habitaciones rojas, pensamientos negros dijo...

Ghost!!! Igual a la película...
Como siempre eres maravilloso con tús finales y los giros que producen en el texto.

Besos rojos,
HR.

Anónimo dijo...

muy buen final, como siempre

saludos

Martín Gardella dijo...

Ana, cuando existen finales como los de este relato es cuando tomamos real dimensión de lo tonto que era ese enfado. Gracias por comentar. Un beso

José, gracias por tu comentario. El orgullo excesivo siempre es malo, creo que en este caso, recibió una gran lección. Saludos

Alejandro, la paciencia tiene límites, la vida también. Un abrazo

HYDRO, ¿algo más? Me dejaste con la duda... saludos

Andrea, ahora que lo decís, si tiene algo de Ghost. Gracias por tu comentario. Un beso

Una más, bienvenida al Living! Gracias por seguirme. Me alegra que te hayas sentido cómoda en el living. Espero que regreses pronto. Un beso

Sil, buena idea! En una de esas, después de tanto intentarlo, nota mi presencia. Un beso

Adela, tenes razón, el relato tiene crudeza, quizás demasiado. Gracias por tu comentario. Besos

Leola, sin dudas que el quería estar con ella, y seguramente lamentó fallarle en su promesa. Gracias por tu visita. Un beso

Neogeminis, no puedes negar que no ha sido una excusa original!! jaja Saludos

HR, los finales inesperados son mis favoritos. Me alegra haber podido sorprender. Besos

Galán de barrio, gracias por tu comentario tan generoso. Es un placer recibirte en el living. Saludos

Natalia Astuácas dijo...

Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh amigoooooo, este sí te quedó bueno.
Pero es raro, comparto que ella lo hubiera ignorado porque ya estaba hablado, la muerte es triste pero si ya algo fallaba, nada valía.

Un beso y un abrazo.
Tal vez me enredé yo misma pero estoy tan dolida y decepcionada con el amor y las negociaciones de pareja que esto me parece algo de eso.

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

El relato es muy interesante y entretenido, pero tus devoluciones son increìbles:
"el orgullo excesivo es tan dañino y
la vida tan corta..."
El living es còmodo y atrapante.
Elba( no tengo blog.)

Anónimo dijo...

...
Esos puntos marcan mi silencio. Pues así quedé después de leer esto. Y es que la muerte nos deja así, mudos, perplejos, estupefactos. Cada día me sorprendo más con tus relatos. Y todas las situaciones atraviesan este lugar, este living es la vida misma mi querido Martín. Y la muerte es parte de ella, aunque suene paradójico.
Grandioso!! Mis felicitaciones y cariños.

Isady dijo...

Este pequeño texto me hizo pensar en muchas cosas, pero no importa el llego tarde y con justa razón la indiferencia de ella.... jejeje.

Aunque nunca te imaginas si al día siguiente volverás a ver aquella persona... y entonces te viene a la mente el por ke no le dije cuanto lo quería¡¡¡¡¡

Me gusto mucho esta narración....

Cuidate..

Martín Gardella dijo...

Natalia, esas negociaciones de pareja pueden ser dificiles de cumplir. Yo voto por la tolerancia, siempre es mejor. Gracias por tu comentario. Besos

Elba, bienvenida al Living! Me alegra que te hayas sentido cómoda y atrapada por mis relatos. Es un placer para mí tenerte por aquí. Siempre me gusta devolver los comentarios, creo que es fundamental para cualquier ambito de discusión como este, donde soy el anfitrión. Muchas gracias por tu generoso comentario y por tu visita, espero que regreses pronto. Saludos

Naty, el silencio a veces puede ser la mejor de las respuestas. Me alegra que lo hayas disfrutado. Gracias por tanta generosidad, en serio. Es cierto lo que decís acerca del Living, se nutre de historias que a veces me sorprenden hasta a mi mismo. Un beso

Isady, ese es justamente la moraleja de este cuento. Siempre es buen momento para decir "te quiero" a tu ser querido, y no llenar esos momentos de reproches. La vida es una sola, y hay que vivirla a pleno. Gracias por tu comentario. Te mando un beso

mara-mara dijo...

Qué triste... él gritando abiertamente que la amaba y ella sin poder escucharlo, aguardando su llegada. Seguramente le hubiera perdonado el retraso, lo que quizás no se perdone nunca es el no haberle demostrado cuanto lo amaba a pesar de sus repetidas tardanzas.

Triste, emotivo y como siempre sorprendente!

Besos

Martín Gardella dijo...

Mara-mara, esa escena que describís me parece fantástica y dolorosa al mismo tiempo. Comparto tu opinión respecto de los perdones. Me alegra que te haya sorprendido. Gracias! Un beso

Romina E. dijo...

Muy bueno, en parte me recordó a sexto sentido...
besos!

Martín Gardella dijo...

Romina, hay varias peliculas que refieren a muertos que caminan. Sexto sentido es un buen ejemplo de ese estilo. Un beso

David Moreno dijo...

Así es a veces la cruda realidad, valoramos las cosas tarde, cuando quizá ya no hay nada que hacer...

Mercedes Pajarón dijo...

Bueno, estoy segura de que no se olvidarán nunca...

Afilado, cortante, fantástico!

Un saludo!

Martín Gardella dijo...

No comments, Bienvenido al Living! Coincido con tu opinión, por eso es importante vivir las cosas a tiempo, e intensamente. Un abrazo

Mercedes, seguramente que no. Gracias por tu comentario. Saludos!

pepa mas gisbert dijo...

El caso es que ella en ocasiones no ve muertos.

Saludos

Amapola Psicovisceral dijo...

jo. qué triste...
hay que ver lo bien que dominas los sentimientos de tus elctores ^^

besooos

Manuela Fernández dijo...

Un buen relato con un final que lo borda.

Martín Gardella dijo...

Alma, los muertos no se ven, pero se siente su presencia! Un beso

Juls, los sentimientos de los lectores no pueden ser dominados, solo despetados, a través de un humilde relato. Un beso

Manly, el final es abierto. Quien te dice mañana perciba el amor revoloteando en la habitación. Gracias por tu comentario. Un beso

"La LoCa De LoS GaToS" dijo...

el orgullo no sirve para nada. me ha gustado! un besiko

Martín Gardella dijo...

Gracias Loca de los Gatos! Me alegra que te haya gustado! Un beso

Clara dijo...

Escalofriante!
Y decir que yo tengo la manía de siempre leer los obituarios...

Un abrazo,

Martín Gardella dijo...

Clara, conozco muchas personas que tienen esa manía. ¿Será que alguna vez se quedaron esperando al amor que no llegó? Gracias por tu comentario. Un abrazo

Ignacio Reiva dijo...

Solo el amor sobrevive, lo que muere es la capacidad de expresarlo.

Martín Gardella dijo...

Ignacio, estoy totalmente de acuerdo con vos. Gracias por tu comentario. Un saludo

maruluarca dijo...

Sentí lo mismo que con Sexto Sentido. La verdad hasta el final. Cobró sentido. La pobre mujer no sabía que él ya estaba ahí. Que tristeza. Y también leo los obituarios...creo que tengo una extraña fijación con la muerte.

Martín Gardella dijo...

Maru, el relato prueba que la muerte no necesariamente separa a las personas. Gracias por tu comentario. Saludos

Anónimo dijo...

Al final son todas iguales, hacemos lo que sea por ellas y prefieren ignorarnos...

El mundo ya no es lo que era cundo joven...

Saludos

Martín Gardella dijo...

Dragon, ¿estas cosas serían distintas en el pasado? No estoy seguro. Gracias por tu comentario. Un abrazo

Rous dijo...

esta vez me pondré del lado de ella...triple pena:

1. Cuando nuestras citas no llegan a tiempo, pensamos que no respetan nuestro tiempo o que quizá nunca llegarán.

2. Fingir indiferencia es doloroso, pues implica abstenerse del acercamiento y del desahogo... te crea un nudo en la garganta.

3. y finalmente, la muerte del ser querido y no perdonado... terrible!

Martín prométeme que no llegarás tarde a tus citas y que no te morirás si?
un beso

Martín Gardella dijo...

Rous, lamentablemente no puedo prometertelo! Pero no está en mis planes todavía. Gracias por tu generoso comentario. Un beso

Annie dijo...

Martín:

Lo que me da escalofríos de este cuento es la visión y las actitudes del muerto...
Iguales a las actitudes de los que quedamos dando vueltas por aquí...

Una vida después de la vida, igual a esta...?
Dios nos libre y guarde!!!
Es un total y absoluto TERROR.

ME ENCANTÓ!!!

Martín Gardella dijo...

Annie, estoy seguro que si llega a existir una vida después de esta, nos comportaríamos igual que en la presente! Dando vueltas y vueltas.
Que bueno que te haya gustado! Un beso

Netomancia dijo...

Muy bueno Martín, te debo confesar que me imaginé el final ni bien ella ignoró su presencia, porque si yo hubiese sido vos, me orientaba a ese final... y así fue! Me gustó!

Martín Gardella dijo...

Gracias Neto! Lamento haber sido previsible, el problema es que vos tenes mucho imaginación! Me alegra que te haya gustado. Un abrazo