viernes, 12 de marzo de 2010

Los caminantes

Me encanta pasear por la calle Florida. Es divertido observar en silencio a los veloces transeúntes de múltiples razas, escuchar a los artistas callejeros y dejarme tentar por las ventas ambulantes. Pero lo que más disfruto son los encuentros fortuitos, en medio del gentío, con esos sujetos exánimes que deambulan por el microcentro, invisibles a los demás caminantes, y tan parecidos a mí.

35 comentarios:

ZoePé dijo...

Una percepción no tan invisible puede ser algo como esto.
Saludos y gracias por cada post.

Gotzon dijo...

Vaya, en mi ciudad tambien hay una "calle Florida" y es una de las céntricas...

seguro que está llena de seres invisibles, aún no consigo verlos.

Reina dijo...

Me encanta caminar por Florida... y como vos, observo mucho a la gente... aunque seguro se me escapa algún invisible, quizás cuando me pierdo mirando cúpulas y balcones que también son invisibles para esos caminantes...
Nos cruzaremos algún día y nos descubriremos mirándonos... jaja
Un saludo

Anadry dijo...

y tan parecidos a mí. y a mí, y a todos...
Somos invisibles para quienes no nos quieren ver.
Soy de ir caminando observando "detalles".
Muy bueno
Beso gigante, Martín.

Un tipo dijo...

Es lo chido de las ciudades. En mi ciudad hay muchas calles así, y también me encantan. (De modo que me identifiqu+e ps.)



Saludos !

SAMADHI dijo...

Es tan sencillo ser un ermitaño en un mar de gente. Todo esta en la cabeza. Buena nota.

el marido de la portera dijo...

Este post me gustó mucho, sobre todo porque según se entienda la palabra "exánime" toma un sentido u otro.

Un saludo.

mariajesusparadela dijo...

Exánimes (con el alma fuera o sin alma)...te sentirás tu identificado; yo no. Siento que , a veces, pierdo el alma y me siento muerta, pero sé que está en mi.

Nel Morán dijo...

Por mi enfermedad tengo que pasear mucho. Cuando lo hago, me inmiscuyo entre los silencios ruidosos de mi ciudad. Saludos de miradas, yo a ti te conozco, en medio del silencioso pulular sin prisa, saboreando las calles, los edificios. Sólo rompe mi concentración los perros que me saludan con sus rabos ruidosos.

Blogsaludos

Víctor dijo...

Pues sintiéndolo mucho, Martín, debo confesarte que no acabo de pillar tu relato. No sé, se me escapa algo. Si le doy vueltas al "exánime" me salen posibles y sobrenaturales (espirituales) interpretaciones, pero no estoy convencido que vaya en lo cierto. Seguiré buceando en futuros comentarios en busca de la pieza que me falta para comprender el texto.

Un abrazo.

Javier Alfaro Martínez dijo...

Hola, Martín.

Me gustó el relato, muy sugestivo!!!

Saludos.

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

No me gustó tanto el impacto, pero la imagen que querías plasmar desde luego quedo clara y diáfana.

8

Alís dijo...

Los sujetos invisibles sólo son visibles por almas parecidas, o gemelas si hay suerte.

Negrevernis dijo...

Ten cuidado.

Anónimo dijo...

Que sensación tan absorbente esa de pasear sin prisa por aquellas calles en las que la vida de los demás anda cosida a las aceras y ventanas. Qué maravilla encontrarse con quien uno no espera e intercambiar una charla amistosa e intrascendente pero amable, siempre amable. Un placer.
Un saldo Martín.

SIL dijo...

Ojalá haya interpretado bien tu idea.

Creo que en el fragor del día a día, la calles de la ciudad se vuelven caminos salvajes, donde cada vez hay más seres exánimes con el triste fin de acabar en invisibles (como el protagonista del post)

SI HA SIDO UNA METÁFORA DE LA INDIFERENCIA que afecta a los seres humanos tanto como una epidemia, debo decir que el relato es sencillamente maravilloso.

Si no... el autor me aclarará el panorama.
:)

BESO ENORME.


SIL

Microrrelatos dijo...

Nos convertimos en masa: nos vemos, pero no nos miramos. Un saludo

Netomancia dijo...

Martín, me encanta la idea de pensar en seres que no vemos transitando las mismas calles, conviviendo en los mismos lugares. Suena aterrador, pero es invisible. Caminantes que sin dudas disfrutan con nuestras torpezas diarias.
Un abrazo.

mara-mara dijo...

Vaya!!! Jamás creí que algún día leyera algo así!!!
Llevo tiempo leyendo por la red relatos de poetas y escritores, algunos anónimos y otros muy conocidos... pero nunca pensé que algo así me sucediera nunca. Encontrar unas letras escritas por alguien tan parecido a mí me resulta de lo más alentador... y aprovecho para decirte que a mí también me resulta divertido rozarme con todo ese gentío que va y viene a toda prisa como si la vida se les fuera en ello...

Unknown dijo...

Buen retrato de una actividad que puede llamarse de muchas formas;yo la llamo "la visita al zoologico humano".
Hasta el día de hoy,cuando asisto a cualquier lugar en compañía de alguien,no puedo evitar decir:
"checa el reparto".

Carina Felice, Photography dijo...

y a veces, hasta se los puede fotografiar y todo...;)
Abrazo!

Tetor dijo...

Brillante Martín me conmovió.
Un gusto ver estas letras.
Pero hay que cuidarse que nadie es invisible a los punguistas..
Un abrazo.

David Moreno dijo...

No estamos solos pero tampoco nos vemos. Parecemos fantasmas deambulando tan cerca pero tan lejos.

Me gustó.

Un saludo indio

Ophir Alviárez dijo...

Los espejos, las imágenes, las aventuras, las letras...

Gracias por la visita, espero que vuelvas.

Un abrazote!

Ophir

Isabel Estercita Lew dijo...

Martín, sigo admirando lo bien que manejas el microrelatos...y el microcentro

Besos

Estercita

Esteban Dublín dijo...

Buen cuento. Sutilísimo.

Martín Gardella dijo...

Zoepé, gracias por ponerle imágenes al microrrelato. Lástima que en la foto tampoco se me ve. Un beso

Gotzon, me sorprendió que hubiera una Florida por allá. Me pregunto si aquella tampoco tendrá flores, como la de Buenos Aires. Un abrazo

Reina, si me encontrás (y lográs verme) por favor no dejes de saludarme. Un beso

Martín Gardella dijo...

Anadry, las calles céntricas son ideales para mirar las cosas en detalle y con detenimiento. Lástima que pocos tenemos el tiempo de hacerlo con tranquilidad. Gracias por tu comentario. Un beso

Kappie, creo que es algo típico de las grandes urbes. Un abrazo

Samadhi, bienvenido al Living! Me gusto tu frase "todo está en la cabeza". Gracias por comentar. Saludos

Martín Gardella dijo...

Marido, la verdad es que me llevó bastante tiempo encontrar una palabra que permitiera esa doble interpretación. No fue casual y me alegra (después de haber leído todos los comentarios) que haya habido versiones tan distintas para una misma historia. Gracias por tu comentario. Saludos

María Jesús, si puedes caminar es porque el alma aún te lleva, es verdad. Yo, en cambio, me dejo llevar. Saludos

Adivín, lamento que los perros tenga la manía de arruinarlo todo. Buen paseo! Un abrazo

Martín Gardella dijo...

Víctor, gracias por tu sinceridad. Tuve una idea cuando escribí este relato, pero que no necesariamente coincide con las interpretaciones que le dieron los demás. Eso me gusta, lo sabes. Quizás se trate de un hombre zombie, que se encuentra con sus pares, o alguien que no quiere ver. Me gusta esa dualidad, por eso elegí la palabra exánime. Espero que hayas llegado, finalmente, a tu propio final. Un abrazo

Javier, muchas gracias! Me alegra que te haya gustado. Un abrazo

Daniel, quizás es un relato sencillo, cotidiano, pero creo que según como lo interpretes, el impacto puede ser diferente. Gracias por tu sinceridad. Un abrazo

Martín Gardella dijo...

Alís, creo que tenés razón. Quizás por eso yo los veo, y los demás no. Un beso

Negrevernis, así lo haré. Gracias! Saludos

Luis, sería algo parecido a ser turista en mi propia ciudad. Es un placer! Saludos

Martín Gardella dijo...

Sil, es una posible interpretación, que me gustó mucho. Me gusta trabajar las metáforas, pero más me gusta dejar al lector con las dudas. Gracias por tu comentario. Un beso

Microrrelatos, coincido con vos. Y eso ocurre en las calles peatonales. En las que llevan vehículos es mucho peor. Saludos

Netomancia, esa es exactamente la imagen que cruzó por mi cabeza antes de escribir estas líneas. A mi también me gustó la idea. Gracias por tu comentario siempre tan valioso. Un abrazo

Martín Gardella dijo...

Mara-mara, me alegra haber encontrado una compañera para mis largas caminatas. Gracias por tu comentario. Un beso

Carlos, un zoológico con animales invisibles. Suena divertido! Gracias por tu aporte. Muy bueno. Saludos

Carina, muero por ver esas fotos! Un beso

Martín Gardella dijo...

Tetor, gracias por tus elogios. Tenés razón, los punguistas son expertos en invisibilidad. Un abrazo

No comments, no estoy seguro si no nos vemos, o no nos queremos ver. Gracias por tu comentario. Un saludo indio.

Ophir, bienvenida al Living! Gracias a vos por llegar hasta aquí. Espero que te haya gustado el paseo. Saludos

Martín Gardella dijo...

Estercita, muchas gracias por tus elogios. De a poco voy dominando los microrrelatos, pero el microcentro aún me domina a mí. Un beso

Esteban, muchísimas gracias. Me alegra que hayas captado la sutileza y que te haya gustado este micro. Un abrazo