jueves, 8 de octubre de 2009

El triste final de un mito

Tarde o temprano, el paso del tiempo se torna evidente para todos. Aunque el anciano colma su vida con fabulosas mentiras, no encuentra la forma de hacerla crecer. Con resignación, asume que ha llegado la hora de la verdad. El cruel espejo muestra dos lágrimas tristes, que se deslizan a la carrera, sobre el flácido apéndice nasal del viejo Pinocho.

40 comentarios:

mara dijo...

El final de la vida no es fácil par nadie y más cuando no has consumado la vida de una manera feliz,entonces tienes que reinventarla para darle la alegría que no has conseguido en el pasado.Tan triste la mentira como la propia vida inventada.Un beso

Esteban Dublín dijo...

Te la traes con Pinocho, ¿no, Martín?

Anónimo dijo...

entonces estaba hecho de un sauce lloron?

=0D

Víctor dijo...

Te salió redondo éste, Martín. Muy bueno el equívoco (me confundiste de nuevo) de "colma su vida con fabulosas mentiras, no encuentra la forma de hacerla crecer".¿La vida o la nariz? Ahí me pillaste.

Un saludo.

Naida dijo...

Buen final. Además que nunca he visto ni me he imaginado a Pinocho viejo... ¿cómo será?
Un abrazo.

Lisandro dijo...

A quien Se le ocurriria pensar en pinocho ya viejo, a mi nunca!!! sos un genio Martin! un abrazo!

SIL dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
SIL dijo...

Segundo intento, sin errores...



Martín,el cuento es genial...
Pinocho es un gran inspirador !!!!!

Mi comentario en conclusión, sería...

¨Que no hay mentira ni recurso de cuentos,
que pueda contra el paso del tiempo,
y logre mantener erguido
algo destinado a morir caído...¨

;P

Un beso gigante.
SIL

Ignacio Reiva dijo...

Las mentiras de un anciano son tiernas, y por tanto inútiles. Un gran abrazo Martín.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

jajajajaja...muy bueno!!!!...pobre Pinocho!...los años no llegan solos y parece que siempre se acompañan con flacideces! ajajajaja

un abrazo.

Un tipo dijo...

xD
El tiempo humano es totalmente relativo [o me crecerá la nariz u-u]

Saludos xD!

Rembrandt dijo...

Que pena, ni el pobre Pinocho se salva del paso del tiempo.
Lo que es más difícil de entender es como un niño puede ser viejo a la vez.
Uhm pensándolo bien si se puede, pero bueh eso sería otra cuestión.

Besos
REM

mara-mara dijo...

he leido tu cuento.
No puedo dejar un comen ahora.
Vendré luego
y no miento!!!

Cynthia dijo...

Interesantísimo es una inspiración una metáfora en relato tan bien plasmad que me dejaste sorprendida...

Realmente un texto y un pinocho viejo!! donde dejas ver tantas emociones encontradas.


besos muchos.
muakkkkkkkkkkkkkkkk

buen fin de semana.

HUMO dijo...

Ya lo dijo Serrat, todos llevamos un viejo encima, para cuando logramos sacarnos la carga pesadísima se nos planta enfrente y cruelmente nos desafía parado frente al espejo!

cariños!

=) HUMO

Solecito dijo...

Jejeje... Ayy Martín, como me encanta leerte! Al comienzo parecía tan cruel.. hasta que llegué al final. Ya debería conocerte un poco.

Besos, ☼

cosasimpropias dijo...

a todos nos llega

Posmoderna dijo...

pobre y viejo pinocho.
Sus lagrimas habran sido reales tambien, o una desesperada artimaña para ser un viejo de verdad?

Harold Diaz dijo...

Buenísimo!

Saludos!

Citopensis dijo...

Enhorabuena por el relato.

Muy bueno.

David Moreno dijo...

A todos nos llega la hora del final, hasta el pobre Pinocho...

Buen relato, claro que sí

Un saludo indio

Druida de noche dijo...

PiNOCHO, un viejo de madera vieja

Eme dijo...

Pinocho, Pinocho*

Netomancia dijo...

Ni siquiera aquello que lo hizo popular lo acompañó en sus últimas horas! Muy bueno Martín!
Espero que te haya idd muy bien en las jornadas de minificción en Rosario!!!

Isabel de León dijo...

Si lo q mas deseo era ser niño, se entiende entonces q a veces es mejor no desear???o hay q entender q el final no es grato para nadie??m quedo con esto ultimo...

Saludos de la chica.

LILA dijo...

Muy cómodo este living. Y no se trata de un mentira que trate de ocultar la más absoluta de las verdades...

Anónimo dijo...

muy original, con tu clásico factor sorpresa al final

Martín Gardella dijo...

Mara, gracias por tu hermoso comentario para inaugurar este microrrelato. Coincido con lo que decís. Lástima que en el caso de Pinocho, la necesidad de la mentira es una verdad insalvable. Un beso

Esteban, Pinocho me parece un personaje que deja mucha tela para cortar. Y sabès que me gusta ironizar con los clásicos infantiles. Un abrazo!

Sonia, ahh ahora entiendo el motivo! Un beso

Martín Gardella dijo...

Victor, o ambas cosas? Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias. Un abrazo

Naida, yo lo imaginé por primera vez aquí, y me resultó patético! Gracias por tu comentario. Un beso

Lisandro, gracias por tu generoso comentario! Me alegra que te guste! Un abrazo

Martín Gardella dijo...

Sil, gracias por traer tus poesías hasta mi Living! Me hiciste reir. Buenísimo tu comentario! Un beso

Ignacio, gran reflexión! Creo que eso lo explica todo. Gracias por tu comentario que, como sucede habitualmente, invita a pensar. Un abrazo

Neogeminis, no es nada que la cirugía no pueda reparar! Un abrazo

Martín Gardella dijo...

Kappie, coincido acerca de la relatividad de la vida. En el caso de Pinocho fue aún peor... el nunca fue bebé... por lo tanto, es el humano de su edad, que menos vivió. Un abrazo

Rembrandt, claro que se puede. Creer lo contrario sería desconocer el carácter humano que le concedió el hada madrina. Quizás hubiera sido mejor ser una madera fuerte y eterna. Besos

Mara-mara, volvé pronto! ja Un beso

Martín Gardella dijo...

Cynthia, Me alegra que hayas podido visualizarlo y lo disfrataras. Gracias por tu generoso comentario! Un beso

Humo, Pinocho escuchará a Sabina? Coincido en todo. Un beso y gracias!

Solecito, me alegra enormemente que te gusten mis textos, y mucho más todavía, que visites mi Living desde Nicaragua! Muchas gracias! Un beso

Martín Gardella dijo...

Cosasimpropias, así es. Un abrazo

Posmoderna, buena duda planteas aquí. Creo que hay un poco de las dos. Gracias! Un beso

Harold, muchas gracias! Me alegra que te haya gustado. Saludos

Martín Gardella dijo...

Citopensis, muchas gracias. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo

No comments, es lo malo de haberse convertido en niño. Todo no se puede! Gracias por tu generosidad! Un abrazo

Druida, con los años hasta la madera envejece. Un abrazo!

Martín Gardella dijo...

Eme, eme. Me dejás pensando! Un beso

Netomancia, es la triste realidad de nuestras vidas. Gracias por tus buenos deseos. Las jornadas de Rosario fueron espectaculares y fue un placer poder estar allí. Gracias por mencionarlo. Un abrazo!

Isabel, coincido con vos. Ya lo dije en un comentario a otro relato mío llamado "La maquina de la felicidad". Los deseos cumplidos, además, suelen ser breves. Gracias por tu comentario. Un beso!

Martín Gardella dijo...

Lila (soy muchas mujeres), bienvenida al living! Me alegra que te hayas sentido cómoda por aquí. Muchas gracias por tu generoso comentario. Espero que regreses pronto entonces! Saludos.

Galán, es un estilo que me gusta y que creo que queda completa perfectamente cualquier minificción. Me alegra que te gustara. Gracias! Un abrazo

Raúl dijo...

¡excelente!

Martín Gardella dijo...

Gracias Raúl! Me alegra que te haya gustado. Un abrazo

Javier Ortiz dijo...

Muy triste.

Martín Gardella dijo...

Javier, una vida triste no podía terminar de otra manera. Saludos!