domingo, 12 de julio de 2009

La medalla

Mi abuelo Remigio encontró una extraña medalla oxidada, perdida en el fondo de un viejo cajón de gaseosas. Le sorprendió tanto el hallazgo, que decidió convertirla en su amuleto personal. Se encargó de limpiarla hasta sacarle brillo y luego la colgó de un clavito, sobre la puerta de acceso al patio de su casa. Cada fin de semana, previo al partido de fútbol de su querido Gimnasia, Remigio se paraba sobre una banqueta y besaba la medalla, para pedirle un resultado favorable. Si el equipo ganaba, era gracias al poder del amuleto, si no, era porque él no había sabido pedirle con suficientes ganas o porque algún fanático del equipo contrario, tenía un talismán aún más milagroso. Y así pasaron los años, alternando alegrías y decepciones, entre gritos de gol y llantos de tristeza, hasta el día de su muerte.
Esta tarde, Gimnasia tuvo que enfrentar un partido decisivo, en el que estaba en juego su permanencia en la categoría. Debía convertir tres goles más que su rival y necesitaba, para ello, una importante dosis de suerte. A medida que pasaban los minutos, la difícil misión parecía convertirse en imposible. Lamenté que Remigio no estuviera ahí, para besar la medalla que produjera el milagro. Pero en tiempo suplementario, cuando el descenso parecía ser una cruel realidad inevitable, la pelota cruzó la línea de gol del equipo contrario por tercera vez, y el estadio vibró de incontenible alegría. Por debajo de mi gorro azul y blanco, con la mirada nublada por las lágrimas, me pareció ver a Remigio sonriendo a un costado de la cancha, con la radio portátil en la oreja, besando la medallita.

28 comentarios:

Pr. Silvina Grimaldi Bonin - Mat. Habilitante Nº 36512- 2016 dijo...

Tarde de fútbol,
triunfo y autobiografía...
Seguramente don Remigio estuvo hoy ahí...

calpurnia dijo...

Y seguro que estaba...
bonito recuerdo.
saludos

David Moreno dijo...

Sea o no verdad el poder del talismán, seguro que Remigio estuvo cerca del campo para animar al equipo y alegrarse con su victoria.

Un saludo indio

Víctor dijo...

Si encuentras la medallita, Martín, envíamela, que este año quiero repetir el triplete y la temporada histórica de mi equipo.

Saludos lelos y força Barça!!!

Ignacio Reiva dijo...

Me imagino a Remigio con su Spika y la medallita brillando, entrando, con el tercer gol, al paraíso de los hinchas. Un abrazo Martín.

jose rasero dijo...

Bonito, y cercano. Aquí en España también se es muy supersticioso en esto del fútbol
Saludos

Carina Felice, Photography dijo...

sabelo!
:)
namaste/\

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

Pensaba escribir un comentario sobre la superstición y los hábitos de Remigio... cuando vi ese fondo negro del blog y la lista de blogs de la derecha que parece una escalera... y me acobardé.

Otro día lo intentaré. Debo revisar mi talismán.

Esteban Dublín dijo...

Qué lindo es el fútbol.

¿Y ahora qué? ¿Hay tercer partido o cómo se define quién se queda en primera?

Esteban Dublín dijo...

No me hagas caso. Ya vi que tu amado Gimnasia y Esgrima de la Plata se queda en Primera. Qué partido épico, mi hermano. Felicitaciones.

adriana rey dijo...

Desde ahora tu talismán es tu abuelo Remigio. Te va a traer suerte! Besos.

aapayés dijo...

Un gusto leerte.. el fútbol.. muy bien logrado en tu escrito.

Te dejo mis saludos fraternos
Un abrazo con cariño

besos

Kutxi dijo...

Encierra el particular y maravilloso sentido que tiene el fútbol por estas tierras. Lo mejor y lo más puro (y nuestro) del fútbol ha sido retratado en tus palabras.

Ah, y felicitaciones por la permanencia en la máxima categoría.

Abrazo grande.

Kutxi.

Taller Literario Kapasulino dijo...

Excelente este relato maravilloso mezclado con lo que paso este domingo. en realidad mezclado no porque el escenario del relato es lo que paso con Gimanasia este domingo.
Al final del cuento se me llenaron los ojos de lágrimas cuando decis: "me pareció ver a Remigio sonriendo a un costado de la cancha, con la radio portátil en la oreja, besando la medallita."

Isady dijo...

Bonita anéctoda, bonito recuerdo...
Son los amuletos y los momentos precisos que nos ponen en el lugar del momento exacto del recuerdo perdido....


Saludos desde el futuro¡¡¡

Chau¡¡¡

Martín Gardella dijo...

Clara, no me cabe duda que fue así. Muchas gracias por tu comentario! Un beso

Calpurnia, si me pareció verlo! Saludos

No comments, el talisman sigue colgado en el mismo lugar de siempre. Ahora el amuleto es el recuerdo de Remigio! Un abrazo

Victor, si sos del Barca no creo que te haga falta. Suficiente amuleto tienen con su N°10! Un abrazo

José, sin duda en Argentina hemos importado esas tradiciones. Gracias por tu comentario. Saludos

Carina, gracias por confirmarmelo! Te mando un beso

Alejandro, gracias por vencer tus miedos y animarte a dejar el comentario! jaja Un abrazo

Martín Gardella dijo...

Esteban, gracias por las felicitaciones y por tomarte el trabajo de investigar! un abrazo

Adriana, coincido con eso. Justamente dije eso en una de mis respuestas mas arriba! Muchas gracias por tu comentario. Un beso

Adolfo, tenía ganas de escribir un cuento sobre fútbol, y la anécdota del fin de semana, fue una excelente excusa! Saludos

Kutxi, me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por tu comentario y por las felicitaciones! Un abrazo

Carla, fue un domingo muy especial. Me ocurrió lo mismo que vos, pero cuando terminó el partido. Un beso

Isady, comparto tu opinión! Que sería del futbol sin los amuletos, y de nuestra vida sin esos recuerdos? Un beso

Anónimo dijo...

Unos ponen su fe en las religiones, otros en las cartas, alguno en la astronomía y aún quedan los que pensamos que cada objeto tiene su verdad escondida.
Hermoso cuento.
PAZ

Netomancia dijo...

Felicitaciones entonces Martín, no sabía de tu pasion por el lobo. Entre lo milagroso y lo épico, lo miré por la tele y era para el infarto. Y hermoso el relato y ese homenaje al hincha que no está.
Un abrazo!

(se rumorea que rafaelino te van a hackear el sitio jaja)

budin dijo...

Como son las cosas, de la gloria a la nada.

Ayer crei q se m iba a caer el corazon, y si, la Crema se cortó.

Felicitaciones y besos Rafaelinos.

ALICIA dijo...

QUERIDO MARTIN ME LLENASTE DE RECUERDOS Y EMOCION. SABIAS QUE EL PROXIMO 25 PODRIA CUMPLIR 100 AÑOS NUESTRO AMADO REMIGIO? NO PODIA ESTAR MEJOR ESTE RECUERDO.

Anónimo dijo...

Mirá que, aun sin compartir esa pasión por el deporte (específicamente éste), y muy por el contrario discutir y enojarme con mi padre por su fanatismo a mi enteder un tanto absurdo, lograste arrancarme una sonrisa con este relato. Muy bien logrado. Pues tiene tanto sentimiento, que cambiaste mi mirada, por un instante, sobre esta disciplina. Será también porque lo autobiográfico es más fuerte que cualquier ficción, en este caso.
Cariños!

Martín Gardella dijo...

Luis, coincido plenamente con vos. Yo comparto con Remigio mi fe en esa medalla. Muchas gracias por tu comentario! Un abrazo

Netomancia, gracias por las felicitaciones no solo por el cuento, sino por el partido. Espero que hayas gritado el tercer gol tanto como yo. Te mando un abrazo tripero.

Andreita, gracias por dejar tu comentario, a pesar de todo. Estoy seguro que será la próxima. A batir la crema nuevamente! Un beso

Alicia, no había pensado lo del 25 y me emociona pensar que el Nono lo va a estar leyendo. Cuidame la medalla! Te mando un beso tripero

Natalia, es un relato de futbol, es cierto, pero coincido con vos que en este caso, lo autobiográfico sirve de condimento para muchas más emociones. Así es la vida! Un beso

Anónimo dijo...

Hermoso recuerdo!!! Yo tengo la suerte de ver la medallita seguido y creo q voy a empezar a pedirle mas deseos...(jajajajaj!)
Para lo del domingo no hay palabras que describan los momentos que se vivieron en la ciudad y en las casas de los triperos. Hasta Baba lloro, que ya conocemos sus antecedentes pinchas... Laura

Anónimo dijo...

Muy lindo y emotivo Martín, no sabía que también contabas realidades

Veo que ambos estamos concusando en la categoría Cultura del concurso 20 blogs, acabo de dejarte mi voto :)

Saludos!

Johan Bush Walls dijo...

Como nos hace sufrir el fútbol; a mi siempre me da risa cuando le preguntan a un futbolista, con ese ingenio que sólo tienen los periodistas deportivos: "¿contento con el triunfo?" y ellos responden, ¿Sí, gracias a dios se nos dio la victoria?
¿Quiere decir que el equipo contrario rezó menos, por eso dios les permitió ganar a ellos?

Salú pue.

Martín Gardella dijo...

Laura, creo que no hay cuento que pueda relatar las emociones vividas el domingo, que estoy seguro fueron capaces de contagiar incluso a quienes no son hinchas. Cuidame la medallita! Un beso

Galán, hay una sección autobiográficos. Cada tanto sumo alguna de mis vivencias. Gracias por tu voto! voy a devolvertelo en cuanto pueda! un abrazo

Martín Gardella dijo...

Johan, muy bueno tu comentario! Me hiciste reir con esa pregunta! Un abrazo