martes, 14 de julio de 2009

La nueva caída

En nuestro jardín de Edén no había árboles maravillosos, pero eramos felices. Como no existía un fruto prohibido, ella me tentó con una botella para compartir. Tras beberla, descubrimos nuestra propia desnudez, pero sin sentir vergüenza. Su sonriente osito de peluche ocupó el lugar privilegiado de la serpiente y fue el único testigo de nuestros actos conscientes. Nos habían ordenado que no lo hiciéramos, pero fue imposible resistir la tentación de nuestras hormonas adolescentes. Llevados por las pasiones carnales, olvidamos que faltaba un personaje en esta historia. Fue su padre quién tomó el rol de Javhé y abrió la puerta de la habitación inesperadamente, para expulsarnos, envuelto en furia, de nuestro propio e improvisado paraíso.

38 comentarios:

Netomancia dijo...

Y si, Dios es medio guardabosque jaja. Muy buena traslación de la historia, felicitaciones Martín.

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

Muy bueno el símil paradisíaco: tomar el fruto prohibido así coste la expulsión del paraíso.

Isady dijo...

La desnhibición que provoca un grado de alcohol en las venas... lleva al acto del pecado carnal...

Un paraíso improvisado¡¡¡

Chau¡¡¡¡ Un beso....

Neogeminis Mónica Frau dijo...

uyyyy qué momento terrible!!! jejejeje...esas cosas no se olvidan nunca!!! jejejee

Ignacio Reiva dijo...

La diferencia mas clara es que no sintieron vergüenza de su desnudez. Un abrazo.

Pr. Silvina Grimaldi Bonin - Mat. Habilitante Nº 36512- 2016 dijo...

Me has hecho evocar un momento vivido en mi pasado...
Pero no acarreó tan trágica consecuencia como la aventurita de Adán y Eva.
Besito.

josé rasero dijo...

Jajaja, muy bueno!
saludos

Charlie dijo...

jajaja es genial
o sea es genial como lo escribiste
te imagine corriendo a medio vestir
te sigo
:)
saludos !

David Moreno dijo...

¡Qué historia tan común y tan originalmente contada!
Cuántos paraísos improvisados han descubierto los "Javhé" particulares...

Un saludo indio

Maga h dijo...

Ja, inevitablemente los dioses persiguen la furia de los corazones! Lo bueno es que mas allá de que nunca eso se ha detenido, tampoco han podido con los amantes.

Besos

Magah

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Provoca una sensación de "Deja vu".

cosasimpropias dijo...

una perfecta alegoria.
q genio!

Víctor dijo...

Muy buena modernización biblica, Martín. Todo encaja al detalle. Supongo que el chico debió sudar un montón, aunque más que para ganarse el pan, para que no le partiera las costillas el enfurecido padre.

Por cierto: ¿La botella era de sidra?

Saludos lelos!!!

Anónimo dijo...

genial trasposición de hechos!

no le faltó ni un ingrediente

abrazo

Taller Literario Kapasulino dijo...

Aplausos... aplausts Martín.
Me encanto como armaste la historia con los ingredientes de Adan y Eva...
Pobrecitos! Justo entro el padre...
Te felicito Martín por este relato tan original!

Martín Gardella dijo...

Netomancia, ese Dios también esta en todas partes. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo

Alejandro, el querer por sobre todo. Esa debería ser la regla. Gracias por tu elogio. Saludos

Isady, el alcohol es solo una excusa para lo que hubiera sucedido inevitablemente! Un beso

Neogeminis,coincido con vos. No se olvida que abrieron la puerta, ni lo que hacian antes de eso! Saludos

Ignacio, será porque ya se conocian de antes? Un abrazo

Clara, siempre son divertidos ese tipo de recuerdos. Me alegra que el desenlace, en tu caso, no haya sido tan grave! Un beso

Jose, muchas gracias! Me alegra que te haya gustado! Saludos

Charlie, bienvenido al living! Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por tu comentario y por seguirme. Nos seguimos leyendo. Un abrazo

Martín Gardella dijo...

No comments, lo que pasa es que la historia se repite. Cada uno tiene su pecado original! Un abrazo

Magah, es cierto. Por suerte el amor es más fuerte y no entiendo de prohibiciones! Un beso

Esteban, me alegra que te haya gustado. Saludos

Fernando, estoy seguro que todos pasamos por algo parecido alguna vez! Gracias por comentar. Saludos!

Cosasimpropias, muchas gracias por tu comentario tan generoso. Me alegra que hayas notado todas las alegorías. Saludos

Victor, muy bueno tu comentario sobre el sudor al que fue condenado el hombre. Aca también transpiró, cuando se echó a correr! un abrazo

Galán, me alegra que te haya gustado. Es una adaptación moderna de una historia muy antigua pero siempre vigente. Saludos

Carla, muchas gracias por tus felicitaciones! Que bueno que te haya gustado. Todos tenemos algo de Adan y Eva. No te parece? Un beso

Kutxi dijo...

Excelente paralelismo. Interesante la forma de contarlo, interesante el humor que está presente en el relato, perfecto el final. Me gustó mucho.

Abrazo grande,

Kutxi.

Anónimo dijo...

Que realista este cuento... y pensar que en tantas ocasiones un furioso padre no estaría nada mal... las hormonas a veces hacen ver un paraíso donde no lo hay. Pero si el paraíso es real... no hay dios ni furia que valga para hacerlo olvidar!!!
Muy bueno!!! Cariños...

Martín Gardella dijo...

Kutxi, me alegra que te haya gustado. Me gusta condimentar los relatos cortos con un poco de humor. Gracias por tu comentario! Un abrazo

Lauri, coincido con lo que decis respecto de que a veces no vendría mal, pero al amor no hay forma de evitarlo! Gracias! Un beso

Anónimo dijo...

Así vista la historia es del todo creíble, resulta del todo cierta y uno sienta como un encogimiento en el alma, en el corazón y en algún otro lugar, ante la presencia de tan temible Javhé
Me encantó.
PAZ

Martín Gardella dijo...

Luis, comparto lo que decís. Así la historia parece mas terrenal. Gracias por tu comentario. Saludos

Raúl dijo...

Y menos mal que no le dio al viejo por liarla a golpes contigo.
Divertidisimo.

Danilo Parte, a.k.a ,Martín iconli Mon dijo...

Bárbaro!

Mercedes Pajarón dijo...

Una delicia de cuento. Me parece redondo, por no decir perfecto, y me ha encantado!

Un saludo!

Citopensis dijo...

Muy bueno.

Paraíso en habitación a oscuras.

Nos leemos.

(Yo también escribí algo sobre Javhé en mi blog... a ver que te parece)

Paula Daiana dijo...

Siempre que paso por acá leo cosas muy buenas! Divertida su historia y excelente su humor!
Besos y buen finde
Pau

Martín Gardella dijo...

Raul, no te niego q tuve que correr! jaja un abrazo

Danilo, me alegra que te haya gustado. Bienvenido al living! Saludos

Mercedes, muchas gracias por tu comentario tan generoso. Me alegra que te haya gustado. Un beso

Citopensis, muchas gracias! Ahora pasaré a leer el tuyo. Un abrazo

Paula, me alegra que disfrutes tus visitas al living. Buen fin de semana para vos tambien. Un beso

Anónimo dijo...

Genial este texto. Me gusto como lo combinaste.
Muy bueno!

Martín Gardella dijo...

Gracias Kapasulinos! Bienvenido ese equipo! Saludos

Anónimo dijo...

Siempre el padre fastidiándolo todo xD

Anónimo dijo...

Los paraisos siempre dan la chance de ser vueltos a recrearse...
Saludos!

HUMO dijo...

Maravilloso! a mi me pescó mi hermano mayor, creo que fué peor! jajajajaj será que no se llevan bien del todo con mi marido ???!!!

=) HUMO

Martín Gardella dijo...

Lalagoesfishing, y no es el único! Un beso

Bello Abril, bienvenido al living! Estoy totalmente de acuerdo con vos! Gracias por tu comentario. Saludos

Humo, eso no se si es peor o mejor, pero en ambos casos terrible! Un beso

Anónimo dijo...

Claro que había, y no simplemente "algo más" sino uno de tus exquisitos cuentos cortísimos. Y que éste, precisamete, es para imaginar e imaginar, como tantos otros tuyos.
Aquel "improvisado paraíso"... mmm me suena a que este Adán y esta Eva se habrán marchado con una sonrisa pintada de oreja a oreja. Buenísimo, muy bueno de verdad. Sos experto en paralelismos eh!!
Saludos.

Clara dijo...

De una manera u otra... siempre hay algo o alguien que consigue expulsarnos del paraiso.

Un beso,

Martín Gardella dijo...

Natalia, que bueno que hayas notado esos paralelismos. Seguro que se fueron con una sonrisa, pero a las corridas! Un beso grande

Clara, lamentablemente es así. Un beso!

Jesús Contreras dijo...

Hola, Martín. :-) Me levantaste una nueva sonrisa. Un buen paraíso actual.

Un saludo