jueves, 7 de enero de 2010

Adorable hábito

Todos los jueves, cuando cae la tarde, la muchacha cruza el bosque, portando una canastita. El final siempre es el mismo: el salvaje lobo la espera, para devorarla de un bocado, en la alejada casita. La madre intranquila se pregunta por qué su hija cumple con tanto rigor la llamativa rutina, si hace más de quince años que se murió la abuelita.

41 comentarios:

Soledad Arrieta dijo...

Muy muy bueno Martín, me encantó!
Les sienta muy bien el sentido del humor a los cuentos, quizás debería intentar implementarlo.
Muchos cariños!

Anónimo dijo...

ajajaj! qeu buenaaaa.! humor negro par alos cuentos

Druida de noche dijo...

jajajaja. Martín, te has pasado. Brillante, la mejor interpretacion y ejecución de la niña de rojo.. Genial

un fuerte abrazo
Druida.

Javier Alfaro Martínez dijo...

Excelente, un relato irónicamente fantástico!

Saludos, Martín.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

uyy qué cuentito ! jejejee...parece que a esta la caperucita sí le gustaba el lobo!...lástima la abuelita que ya se murió!


un abrazo.

Tetor dijo...

La pucha que crecio Caperucita, me pregunto que pondra en la canastita...

David Moreno dijo...

Que tendrá ese lobo del bosque, qué tendrá... jejeje

Buenísimo.

Es para leerlo una y otra vez.

Un saludo indio

SIL dijo...

Siempre sospeché de Caperucita ...
Cuánto hemos vapuleado al pobre lobo durante años !!
El la comerá cada vez mejor.
Y vos escribís cada vez más genial.

Un beso enorme, Martín.

Romina E. dijo...

Muuuuy interesante la rutina de esa srta
Besos!

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

no es de los mejores que te he visto, pero está muy bien estructurado.

Ignacio Reiva dijo...

No se si quiero pensar todo lo que me pasó por la cabeza sobre la inocente y virginal Caperucita. Un gran abrazo Martín.

Negrevernis dijo...

¿y el bosque dejó de ser oscuro y tenebroso?

RMR dijo...

Jejeje q bn!

Martín Gardella dijo...

Sol, como seguramente habrás notado en varios de mis relatos, me gusta jugar con el humor y la ironía. Creo que en la microficción son condimentos casi necesarios. Me alegra que te haya gustado. Gracias por tu comentario! Un beso

Liz, que bueno haberte hecho reir. Muchas gracias por tu comentario. Saludos

Druida, cuantos elogios! Muchas gracias! La niña de rojo nos ha sorprendido a todos. Un abrazo

Martín Gardella dijo...

Javier, que bueno que hayas visto la ironía. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo

Neogeminis, parece que eso no fue impedimento para seguir disfrutándolo. Gracias por comentar! Saludos

Tetor, quizás la lleva vacía, pero la trae llena de regreso. Nunca lo sabremos. Un abrazo

Martín Gardella dijo...

No comments, parece que el lobo pudo despertar algunas fantasías. Gracias por tu comentario! Un abrazo

Sil, otra vez me despaché contra las historias clásicas. Siempre fuí un fanatico del lobo, y me alegra haberlo podido reivindicar! Muchas gracias! Un beso

Romina, seguramente muchas de las clásicas protagonistas de los cuentos le tendrán bastante envidia. Un beso!

Martín Gardella dijo...

Daniel, probablemente aún no has visto nada. Hay varios que son peores! Gracias por tu comentario. Saludos

Ignacio, me gusta cuando el relato se completa con la imaginación del lector, seguramente para borrar todas las tiernas imágenes de nuestra infancia. Un abrazo

Martín Gardella dijo...

Negrevernis, es probable. Dicen que los jueves por la noche el bosque aparece iluminado por unas tenues luces rojas. Saludos!

RMR, bienvenido al living! Me alegra que te gustó! Slds

La sonrisa de Hiperion dijo...

El andar de una mujer, que ya con sólo eso, podemos perder la cabeza...

Saludos y un abrazo enorme.

Víctor dijo...

Vaya pilla esta Caperucita... aunque no podemos negar que hay mordisquitos que hacen perder la cabeza.

Un saludo, Martín.

Laura dijo...

Porque Caperucita es una buena chica, pero no es nada tonta. ¡Para nada!

Un saludo

Martín Gardella dijo...

Hiperión, coincido contigo. Sobre todo si va vestida de Caperucita. Un abrazo

Víctor, claro que sí. Cuanto más grandes, mejor. Gracias por comentar. Saludos

Laura, bienvenida al Living! Tenés razón, debe ser por eso que le gusta al lobo. Gracias por tu comentario y por seguirme. Saludos

Natalia Astuácas dijo...

Ja ja ja, sos un malo.
Volví amigo al living, feliz año.
Nos volvemos a leer un año más, que bien.

Un fuerte abrazo, cuidate mucho.
Besos.

Martín Gardella dijo...

Natalia, feliz regreso al Living! Y buen 2010 para vos también. Claro que nos seguiremos leyendo! Un beso

pati dijo...

Me juego un mordisco a que la madre también cruza el bosque... los viernes :P

Bestial ;)

Besos :)

Lisandro dijo...

Jijijijiji... se me ocurren tantas cosas!!! un abrazo amigo!

Un tipo dijo...

xD
Tenía amigos animales u-u
D:

Hahaha comiquísimo




Saludos !

Netomancia dijo...

El lobo es entonces el personaje de cuentos infantiles más feliz de la historia. Además de los siete enanitos, claro.
Un abrazo Martin!

Adrianina dijo...

El de esta niña siempre me ha parecido un doble juego.
Excelente microrelato.

Te sigo leyendo.
Bsis.;-)

PD: Te descubrí en el blog de Anabel.

Sol dijo...

jajajaja

me encantó! La ingenuidad de la madre preocupada... la astucia de caperucita... y el lobo en su rol expectante, pasivo, de amante y venerador....

Muy Bueno!

Saludos!!!

Nohe G. dijo...

Somos lobos de viejas costumbres.

Un saludo

mara-mara dijo...

Vaya! esa si que es una salvaje historia de amor en toda regla!
Y digo yo...,después de quince años de devoradores encuentros entre el lobo Feroz y la ya no tan inocente Caperucita..., no estará ya el bosque plagado de Feroces Caperucitas y sea ahora la madre de Caperucita la inocente abuelia?

Como siempre muy ingenioso!
Besos :)

Claudia Sánchez dijo...

Es fantástico Martín!
La madre "parece" intranquila, pero no interrumpe la rutina, porque hace 15 años que aprovecha cada tarde para encontrarse con el cazador! ;-D

Saludos!

Martín Gardella dijo...

Pati, buena variante para la historia! Me gustó! Un beso

Lisandro, que lástima que no las quieras compartir con nosotros! jaja Un abrazo

Kappie, el lobo también puede ser el mejor amigo del hombre (o de la mujer, como en este caso) Saludos!

Martín Gardella dijo...

Netomancia, coincido con esa afirmación! Aunque el lobo corre con ventaja, porque a él no le toca compartir! Buenísimo comentario. Saludos

Adrianina, bienvenida al living! Es un doble juego del que muchos sospechamos. Gracias por visitarme y por seguirme. Saludos! (Saludos a Anabel)

Sol, bienvenida al living! muchas gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado. Me gustó tu comentario que resume cada uno de los personajes! Espero que regreses pronto. Saludos

Martín Gardella dijo...

Nohelia, bienvenida vos también al Living! Coincido con vos. El hombre es lobo del hombre. Muchas gracias por comentar y por tu visita! Saludos

Mara-mara, me gustó esa versión circular de la historia que proponés. No se me había ocurrido! Jaja Gracias por tu comentario. Un beso

Claudia, que bueno verte por acá, me alegra que te haya gustado. Ahora entiendo la complicidad de la madre. Mirá vos! Un beso

Naida Saavedra dijo...

La rutina muchas veces es tan difícil de romper...

Jesús Contreras dijo...

¡Qué final más quedón! Como dice, Naida, no es fácil romper con la rutina, pero parece ser que a Caperucita no le interesaba hacerlo. Sus buenas razones tenía. Buen micro.

Saludos

Jesús Contreras dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jesús Contreras dijo...

Por cierto, me imaginé que era Caperucita, ¿o la protagonista era otra muchacha? :-)

Martín Gardella dijo...

Naida, es cierto. Sobre todo ese tipo de rutinas! ;) Un beso

Jesús, si, claro. La referencia es clara hacia Caperucita, pero podría ser cualquier otra muchachita que tuviera las mismas fantasías. Un abrazo