viernes, 16 de marzo de 2012

Fin del juego

Cuando era niño, armaba guerras imaginarias con los soldaditos de juguete que le regalaban los mayores. Años más tarde, al conocer la verdadera historia de su vida, decidió prenderlos fuego.

Este microrrelato participa de la Convocatoria de "Minicuentos por la identidad II", organizada por Cuentos y Más.

20 comentarios:

  1. Y en ese momento (en esos momentos) uno vuelve a nacer, o nace.

    Saludos del sur.

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  2. ¡Por suerte! Hay otros que seciden seguir jugando cuando se hacen mayores, y siguen creyendo que los soldaditos son de plomo, y no seres humanos.
    Saludos, y buen fin de semana.

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  3. Un micro de narratividad tan ajustada que en menos de cincuenta palabras cuenta el drama intenso que atravesaron muchas vidas. Ha de ser muy doloroso descubrir el engaño.

    Gran texto, Martín.

    Un saludo.

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  4. Decirte una gran reflexión....
    un abrazo

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  5. Una nueva vida, una nueva familia. La verdadera. Los demás eran de plástico.
    Supongo que este micro va para "Minificciones por la identidad", en Cuentos y más.
    Un saludo.

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  6. El cachetazo inevitable. El fuego de la conciencia.
    Un abrazo Martín.

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  7. Van en la naturaleza humana ciertos valores que aprendemos a usar al antojo y conveniencia.
    Con todo ello, teminamos restándole importancia a la conciencia.
    Buen micro Martín.
    Saludos.

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  8. Con esa primera oración son varios los relatos que se pueden sacar. Desde el que siguió jugando con soldaditos pero de verdad hasta el que se horrorizó por vivir en una guerra.

    Deberíamos proponernos construir algo partiendo de esa primera oración, perfecto para comunicar el horror de la guerra.

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  9. Con esa primera oración son varios los relatos que se pueden sacar. Desde el que siguió jugando con soldaditos pero de verdad hasta el que se horrorizó por vivir en una guerra.

    Deberíamos proponernos construir algo partiendo de esa primera oración, perfecto para comunicar el horror de la guerra.

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  10. Es así. Las vivencias de la niñez marcan para toda la vida. Ojalá no haya tanta violencia en la raíz, para que después no broten guerras de las ramas. Muy bueno.

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  11. Así es la vida, uno crece y ya lo ve todo de otra forma.

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  12. Un final muy coherente con ciertas biografías.

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  13. Por suerte creció y pudo ver la verdad.

    Abrazos
    REM

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  14. hola: a mi me pasó eso! gracias! esta bueno darse cuenta de algunas cosas.
    FEde

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  15. Juan, no sé si vuelve a nacer, pero seguramente es bastante parecido. Gracias por comentar! Un abrazo

    Carlos, por suerte hay juegos mejores que los soldaditos. Gracias por pasar. Saludos

    Pedro, muchas gracias. Me alegro que haya llegado a golpear. Un abrazo

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  16. mardelibertad, este micro fue escrito para una convocatoria sobre el tema, como excusa para la reflexión. Me alegra que te gustó. Gracias. Saludos

    Sergio, así es. Hacia allá fue. Y salió publicado en un especial de Cuentos y más. Muchas gracias! Un abrazo

    Alejo, un cachetazo duro, pero necesario. Gracias por pasar. Un abrazo

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  17. Enmascarado, muy buena reflexión. Muchas gracias por compartirla por aquí. Un abrazo!

    Melvin, en mi infancia jugué con soldaditos, con la inocencia del que cree que una guerra puede ser divertida. Hoy, por suerte, ya son pocos los niños que creen eso. Me gusta tu propuesta. Ojalá esa primera oración sirva para generar mayor conciencia. Saludos!

    Recomenzar, bienvenido al Living! Y muchas gracias por el elogio! Me alegra que te haya gustado. Saludos!

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  18. Hugo, comparto tu deseo. Espero que este micro aporte para que eso suceda. Muchas gracias! Un abrazo

    David, eso también es parte de la vida. Tenés razón. Gracias por pasar. Un abrazo

    Raúl, muy buen comentario, breve pero intenso, como este micro. Muchas gracias. Un abrazo

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  19. Rembrandt, nunca es tarde, por suerte. Gracias por comentar. Un beso

    Fede, bienvenido al Living! Me alegra que te sintieras identificado con esta historia tan llena de esperanza. Te mando un abrazo

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