martes, 12 de julio de 2011

El tobogán

Aquel tobogán era tan alto que cada niño que se deslizaba por la rampa llegaba al piso con dos años más.

16 comentarios:

  1. Ala que exagerado no? jjajaja Menudo tobogán...

    Un saludo indio

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  2. Espectacular jaja. Muy bueno Martín!

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  3. Jaja Bastante bueno. Un filtro de tiempo.

    ¡Saludos!

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  4. Casi de terror. Muy bueno.

    Un saludo.

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  5. Que training el que lograba subir...

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  6. A algunos les sucede eso en la vida!
    Y no te cuento como llegan de viejos al final!
    Besos!!!

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  7. Ese tobogan debe pasar por algun tipo de agujero negro...si te baja en dos años, cuanto tiempo tomara subir!!!?

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  8. Yo me pasaría el tiempo subiéndolo para ver si me restaba alguno.
    Saludos amigo.

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  9. Hay toboganes tan altos que al llegar al piso, los jugadores se sacuden las rodillas y se van a trabajar... Un gran abrazo Martín.

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  10. No comments, y eso que este no es el tobogán más grande de la plaza! Qué alegría verte de nuevo por acá. Un abrazo

    Netomancia, muchas gracias. Me alegra que te haya gustado! Un abrazo

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  11. Deigar, me gustó la idea de "filtro de tiempo". Muchas gracias. Un abrazo

    Negrevernis, me alegra saber que el relato logra transmitir el mismo terror que algunos sienten al subir. Muchas gracias por tu comentario. Saludos!

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  12. Romina, tenés razón. Este tobogán no es para cualquiera, y mucho menos para los que tiene vértigo. Gracias por comentar. Un beso

    Con tinta violeta, veo que has descubierto un poco la alegoría. Gracias por compartirla. Saludos!

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  13. V de Tierra, la subida siempre es más complicada que la bajada. Quizás eso es lo que agrega los años. Me dejaste pensando. Gracias! Saludos!

    Luis, en ese caso deberías subirlo por la rampa en lugar de la escalera. Y quién sabe... Un abrazo!

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  14. Ignacio, jaja me gustó mucho esa segunda parte de la historia. Me alegra verte de nuevo por acá. Un fuerte abrazo!

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  15. Para subir hay que crecer.
    La analogía es magnífica.
    La vida es un tobogán desafiante.

    Un beso, Martín.


    SIL

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  16. Sil, muy buena la analogía que planteas. Me encanta cuando los textos tan breves tienen interpretaciones tan profundas. Muchas gracias! Un beso

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