Ella es una chica de otro planeta. Tiene una nave espacial camuflada en la cocina de su casa, pero lo niega (dice que sólo es un electrodoméstico un poco antiguo, que hace un ruido muy particular). Disimula, prefiere ocultar su origen. Habla perfecto español, toma mate, come empanadas. Apaga las luces de su dormitorio cuando la desvisto, alegando ser un poco vergonzosa. Quiere convencerme de que es una mujer normal, pero no lo logra. Las caricias de sus manos de ocho dedos la descubren. Y sus besos hechiceros, tan distintos a todo lo antes conocido, tienen el sabor característico de las estrellas.
MUY bueno, Martín, la modificación de la lógica ayuda mucho a tu minicuento, la descripción me parece buena: va creando una imagen precisa, sin sobras.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué lindo relato....!!!
ResponderEliminarQué bueno que alguien te considere de otro planeta......!!
...y cómo será el sabor de las estrellas...
ResponderEliminarPrecioso, Martín!!!
Beso gigante.
ja ! me encanto :D
ResponderEliminarhttp://nocheluz.blogspot.com/2008/07/examen.html
ResponderEliminarMe parece que estás viendo mucho "invasión V" jejjejee
ResponderEliminarMuy lindo texto!
Un abrazo.
Si 4 ojos
ResponderEliminarven más que 2,
16 dedos...,
Santo Dios!
:D
Amor extraterrestre, privilegiado y que te hace ver las estrellas.
Completito.
Beso enorme, Martín.
SIL
Buen texto, como han dicho antes, se va creando la imagen poco a poco y aunque carece de sorpresa final, el sólo texto tiene la fuerza suficiente como para prescindir de ella.
ResponderEliminarOcho dedos? jajaja
Un saludo indio
Me gustó, pero me sobran las "manos de ocho dedos" entre tanto texto poético. Ah, lo del electrodoméstico-nave no tiene precio. Por aquí tengo una lavadora que cualquier día emprende el vuelo.
ResponderEliminarUn saludo.
Precioso cuento...
ResponderEliminardesconozco cual es el sabor característico de las estrellas; pero me dan ganas de hacerle un apaño a mi olla exprés y emprender un viaje hacia ellas.
Si se diera la casualidad de encontrarme en el camino con la aventurera, e imagino ruidosa lavadora de Víctor, dile que tiene la reparación asegurada, que con ocho dedos en cada mano el bricolaje está servido!!!
Sigo pensando que es un cuento precioso. Bien narrado, donde la imaginación camina de puntillas detrás de la sorpresa.
Besos y sonrisas como estrellas :)
Un cuento precioso, muy poético y cargado de sugerencias. Un beso Martín. Gracias por el seguimiento de mi blog.
ResponderEliminarMuy lírico, muy bonito. Me ha dejado un rato en suspenso...
ResponderEliminarQué tierno... pues mira, a lo mejor hay más entendimiento con seres de otros planetas, porque viendo lo visto en las relaciones con nosotros... aunque me parece que en esto las cosas van por otro lado.
ResponderEliminarPor favor, comprueba si es una nave, que estoy dispuesta a comprarla ^^
Un abrazo.
Qué maravilla Martín!!! Mujer mirando al sudeste, jaja.
ResponderEliminarSublime mezcla entre ficción y dulzura. Después de todo ¿Quién dice qué es lo "normal"?
Cariños!
Me gustó tu cuento Martín. Yo me pongo más en el lugar de la extraterrestre, sola en el universo, buscando cariño, dando besos que saben a estrellas...
ResponderEliminarConfiemos en que el sabor de las estrellas sea tan agradable como queremos pensar. Estupendo.
Un abrazo.
Amar lo extraño y lo desconocido... y saborear esos besos de estrellas... la búsqueda de lo que queremos... de lo que se quiere, no importa si es de este mundo... estoy de acuerdo con todos... muy bueno Martín...
ResponderEliminarQué chévere lograr tal poesía en una descripción que parece tan bizarra. ¡Bien narrador!
ResponderEliminarCómo será el fruto de esa relación! Bravo Martín. Saludos!
ResponderEliminarSencillo pero hermoso!
ResponderEliminarDebería decirle que traiga hombres de su planeta para compartirlos jajaja
Me gusta mucho la descripción, eres un genio.
ResponderEliminar¡Besos con sabor a estrellas! Qué maravilla
ResponderEliminarUn beso (terrestre)
Excelente Martín!
ResponderEliminarEsta hechicera hace lo que quiere contigo.
Besos,
Que lindo!!!
ResponderEliminardebe ser hermoso vivir un amor de otro mundo no?
Besos y buen finde para vos.
REM
Hha. Es como leer ciencia ficción romántica (:
ResponderEliminarEfectivamente, lo singular resulta a veces lo más cotidiano, cuando menos lo más normal...
ResponderEliminarUn saludo
Que suerte la tuya amigo Martín. Ya me gustaría a mi tener una compañera que me mostrase las estrellas.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy bueno.
ResponderEliminarQue te acaricie una alienígena de ocho dedos con la luz apagada debe ser un poco escalofriante. Je, je.
Un saludo.
Baizabal, quise jugar con esa inversión de la lógica arrancando de una frase muy común. Me alegra que te haya gustado el resultado. Saludos y muchas gracias.
ResponderEliminarReina, debe ser lindo si, ja Gracias por tu comentario. Un beso
Nicol, gracias por la información. Saludos
Anadry, los besos de estrellas dejan un sabor muy especial en la boca. Nadie podría resistirse. Gracias. Un beso
ResponderEliminarLiz, me alegra que te haya gustado. Muchas gracias! Saludos
Gi, gracias por tu invitación a leer ese cuento que casi podría ser la contracara de este. Muchas gracias! Me gustó mucho. Un beso
Neogeminis, a esta altura, una busca inspiración adonde sea! jaja un beso
ResponderEliminarSil, que buenos versos para comentar este texto. Muchas gracias! Me galardona con sus letras. Un beso
No comments, hace un tiempo me dijiste que la sorpresa final no era un requisito de los micros. Te hice caso. Un abrazo
Victor, te sobran 6 dedos en realidad. Pero yo sin embargo si lo veo poético, ya que intenta describir algo que no tiene que ser físicamente así, sino solo una sensación. Un abrazo
ResponderEliminarMara-mara, como de costumbre me robas una sonrisa con tu comentario. Me alegra que tan pocas líneas inviten a volar tanto a tu imaginación. Un beso
Isabel, es un placer seguirte. Gracias a vos por tus elogios. Me alegra que te haya gustado. Saludos
Alberto, bienvenido! Me alegra que te haya gustado y espero que regreses pronto por aquí. Saludos
ResponderEliminarAnanda, me gustó tu reflexión sobre el amor extraterrestre comparado con el humano. Si la nave existe, más de uno la quisiera comprar. Un beso
Sol, esa es la idea, salir un poco de la normalidad para ver si no hay una normalidad distinta y quien te dice extraterrestre! Gracias por tus comentarios. Me alegra que te gustó. Un beso
Jesus, muy buena forma de completar este cuento, poniendose en lugar de esa chica desamparada. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo
ResponderEliminarEdu salas, bienvenido al Living! me gustó la forma de sintetizar el micro en un comentario. Muchas gracias por tu generosidad. Un abrazo
Esteban, es que me gusta mezclar. Un abrazo y gracias.
Neto, en el futuro creo que será absolutamente normal! jaja Un abrazo
ResponderEliminarQuimera, no se si te convenga. Es que los hombres no solo tienen ocho dedos. ja Gracias por tu comentario. Un beso
Rufino, y vos sos muy generoso! Me alegra que te haya gustado. Saludos
Alís, son esos besos que te hacen volar, y también existen por acá. Un beso
ResponderEliminarClaudia, no tengas dudas de eso. Gracias por tu comentario. Un beso
Rembrandt, estoy seguro que sí. Me alegra que te gustó. Un beso
Kappie, inventé un nuevo género? jaja gracias por tu visita y tu comentario. Saludos
ResponderEliminarGemma, así lo creo. Lo extraterrestre puede estar en las pequeñas cosas. Un beso
Jesús C., así es la cosa. Creo que la pasión está por encima del origen de las cosas. Un abrazo
Luis, solo debes mirar al cielo, y la verás llegar. Un abrazo, querido amigo
ResponderEliminarTorcuato, bienvenido al Living! te aseguro que puede ser tan hermoso como escalofriante. Gracias por tu visita y tu comentario. Un abrazo
Excelente retrato del amor,el cual siempre es extraterrestre pues nos extrae de lo terrenal y nos manda a las estrellas,de donde provenimos antes de encontrarnos ubicados en éste extraño planeta.
ResponderEliminarExcelente, perfecto relato Martín!
ResponderEliminarY que hermoso final...