–Tengo ganas de comerte a besos –dijo el hombre.
La mujer entusiasmada accedió a la propuesta sin dudarlo, ya que el varón y su oferta resultaban atractivos.
Pero el muchacho fue incapaz de dominar, sólo con besos, la sabrosa tentación que le provocaba aquel cuerpo expectante tan carnoso. La muchacha complaciente era tan bella, que él no pudo evitar sentir algo de pena, en el instante exacto en que ese lobo insaciable, que lo posee por las noches, abrió sus fauces.
El es inimputable.
ResponderEliminarElla debió haber tomado la precaución necesaria y huir a tiempo, aprovechando la luz de la luna llena.
:)
Buenísimo, Martín.
Beso enorme.
SIL
woo! TENIA HAMBRE :D
ResponderEliminarElla pecó de ilusa. No sería el primero que, con la excusa de unos besos, termina comiéndonos de a poco.
ResponderEliminarMuy bien, ya decía yo que no podías caer en la obviedad y el lugar común con eso de comer a besos, buen final, le dejas un trabajo sencillo pero significativo al lector.
ResponderEliminarUn abrazo
Me veía venir un caníbal con hueso en la cabeza y todo, pero era un lobo que se relamía con tan sensual encanto. Bravo!
ResponderEliminarUn abrazo!
Fantástico che, una vez más.
ResponderEliminarCariños!
Muy tentador... a toda mujer la seduce que la coman a besos... cómo no entregarse....!!!
ResponderEliminarMuy bueno...
Decía una canción pop española de hace unos años, algo así como que el lobo está en París... A esa canción me ha recordado tu micro de hoy: lo de que te coman a besos, siendo mujer, tiene sus inconvenientes. Bien se ve en tu micro... ¡Menos pasividad y más actividad, así en lugar de que nos coman, ¿comeremos?...
ResponderEliminarEsta vez, Martín, me lo vi venir por el título y la primera frase. Ahora, que fuera un lobo, no.
ResponderEliminarY si le cambias el título??? creo que así no habría anticipación.
Un besito.
Vampiro, pensé.
ResponderEliminarPD: concuerdo con Ananda.
Saludos !
Yo también creía que caerías en el tópico del "comer a besos" pero veo que lo solucionaste bien con un toque de licantropía. Bien, Martín. Y éste lo pillo a la primera y además no me quejo de nada. ¿Qué te parece?
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno hay momentos en los que uno siente ese empuje y de poder llevar a cabo el deseo se comería a la mujer que se esconde entre sus brazos.
ResponderEliminarUn abrazo amigo Martín.
Me uno al comentario de Baizabal. Genial.
ResponderEliminarUn saludo.
que miedooo!!!
ResponderEliminarjajaja
saludos
Ja! mientras ella pensaba, romántica, en su primera noche de luna llena juntos.
ResponderEliminarExcelente Martín!
Besos
No te preocupes por el después. Todos los lobos tienen sus películas :)
ResponderEliminarestá bien, lo que ocurre es que después de leer el anterior que es una maravilla....
ResponderEliminarsaludos y enhorabuena sobre todo por EL QUE ESPERA
jjejejee siempre he sentido escalofríos cuando alguien dice semejante expresión!...eran justificados mis sospechas entonces! jejeje
ResponderEliminarlicantropia disfrazada de deseo
ResponderEliminarCasi puedo asegurar que escuché un aullido hacia el final del cuento.
ResponderEliminarBesos, pero no de esos
Un saludo desde Canarias. Sigo tu blog desde hace poco tiempo y me tiene enganchado. Tienes una creatividad desbordante.
ResponderEliminarY ella, probablemente al sentir el primer mordisco aulló. ¡Auuuuuuuuuuuu!
ResponderEliminarPasé a dejarte un grito porque no hs vuelto a mi blog.
Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
:)
Un fuerte abrazo.
Cuidate mucho.
Lua y magia.
:)
Inevitable imagina una luna llena expectante de la antropofagia de aquel atractivo hombre... =)
ResponderEliminaryo pienso que abrió sus fauces para gritar de placer, no? Un abrazo
ResponderEliminar¿de qué luna llena hablan?? el lobo lo posee por las noches a este pobre hombre..., y la que pagamos caro (como siempre) somos las mujeres...!!!
ResponderEliminarjajjajaj
Un beso gigante, Martín!!!
Es que los hombres-lobo saben cómo seducir para que un no sea imposible.
ResponderEliminarIntuí que se la comería, pero me sorprendió. Gratamente.
Un beso
Eres un genio, Martín, no hay mucho más que decir.
ResponderEliminarY a quien no le gustaría que la comieran a besos?
ResponderEliminarMuy bueno, sorteando los lugares comunes, nos llevas a un final imprevisible.
Un beso de loba
Hace poco hice una selección de metáforas para quitarles el componente metafórico y hacer cuentos textuales literalmente, y entre las metáforas se encontraba la de "comer a besos", pero mi cuento era más obvio, así que lo descarté. Me gusta cómo lo resuelves con una doble tuerca fantástica en forma de hombre lobo.
ResponderEliminarSil, lo que lo hace inimputable es que no comparta ese banquete. Gracias por tu comentario! Muy bueno. Un beso
ResponderEliminarLiz, parece que si. jaja saludos
Lola, bienvenida al Living! Es cierto, el banquete siempre empieza por los besos.. pero no termina allí. Gracias por tu comentario. Saludos
Baizabal, tuve miedo de caer en la obviedad, por eso le di vueltas al final hasta encontrar la sorpresa que buscaba. Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias. Un abrazo
ResponderEliminarNeto, me encantó la imagen el caníbal con el hueso. Quizás te de el gusto en un próximo cuento. Gracias por la idea! Un abrazo
Sol, gracias che! Se agradece. Besos.
Reina, también es tentador para el lobo. Que no te queden dudas. Me hiciste reir. Me alegra que te haya gustado! Un beso
ResponderEliminarIndigo, antes que nada bienvenida al Living! Recuerdo esa canción del grupo La Uniòn. Coincido con eso de pasar a la actividad. Debemos ser más lobos y menos corderos. Un beso
Ananda, justamente el título busca hacer creer al lector que será un lugar común, que simplemente la comerá. Mi intención fue sorprender con el giro del final. De todos modos, gracias por tu sugerencia, la tendré en cuenta. Saludos!
Kappie, vampiro también podía ser una posibilidad. Revisaré lo del título. Un abrazo
ResponderEliminarVíctor, no me molesta que te quejes. Tus comentarios siempre son bienvenidos porque ayudan a mejorar todos mis textos. Me alegra que te haya gustado el condimento licantrópico del final. Muchas gracias! Un abrazo
Luis, estoy de acuerdo. En esos momentos, de alguna manera, todos tenemos un lobo adentro. Un abrazo
Torcuato, bienvenido al Living! Muchas gracias por tu visita y tu comentario! Me alegra que te haya gustado y espero que regreses pronto. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarMarialuisa, aun estás a tiempo de salir corriendo! jaja Un beso
Claudia, por eso las noches no son buen momento para las primeras citas. A la tarde, estas cosas no suceden. jaja Gracias! Un beso
Claudia P., es verdad. Y, en definitiva todo es ficción! jaja un beso
ResponderEliminarDaniel, es lógico. No todos los días escribimos para un 10. Me conformo con que te haya gustado, querido amigo. Muchas gracias. Te mando un abrazo
Neogeminis, sólo espero que nunca hayas sufrido por un mordiscón. jaja Te mando un beso
Cosasimpropias, lo que pasa es que ambas cosas tienen mucho en común! Un beso
ResponderEliminarGi, tené cuidado con los lobos entonces (y con sus mordiscos). Gracias por pasar por acá y dejar tu huella. Un beso
Carlos Perez, bienvenido al Living, querido amigo de Canarias. Espero que te sientas a gusto por acá. Te agradezco tus palabras y por seguir mi trabajo desde tan lejos. Espero verte seguido por aquí. Un abrazo
Natalia, gracias por el aullido. Deberás perdonarme por no ir a visitarte tan seguido. Anduve un poco atareado últimamente, incluso para atender bien este lugar. Te prometo que estoy volviendo por allí pronto. Preparame uno de esos tecitos que sabés hacer tan bien. Un beso grande!
ResponderEliminarQuimera, es cierto. La luna es un condimento fundamental de esta historia, aunque no se la mencione. Mucho mejor es imaginarla! Un beso
Pablo, coincido con vos. Esos son los mejores aullidos. Un abrazo y gracias por comentar
Anadry, me dejás pensando. Creo que la historia sería perfectamente posible con una "mujer loba". ajaja Quizás la próxima. Muchas gracias! Un beso
ResponderEliminarAlís, me alegra haber podido sorprendente. Admiro la capacidad de convencimiento que tienen esos lobos. Tenemos mucho que aprender de ellos. Me alegra que la sorpresa haya sido grata. Un beso
Esteban, y vos sos demasiado generoso, como de costumbre. Muchas gracias querido amigo. Un abrazo grande
Odile, bienvenida al Living! Siempre dije que casi todo está escrito, por eso siempre corremos el riesgo de caer en un lugar común. Intenté encontrarle una lado original al asunto. Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por dejar tu opinión. Un beso
ResponderEliminarManuespada, espero que te animes a retomar ese cuento. Seguramente, con tu talento, podrás llegar a escribir uno mucho mejor que este. Un abrazo