Con la luz apagada dentro de mi cuarto, oigo el andar de un ser monstruoso que merodea mi vivienda. Respiro despacio para que no note mi presencia, mientras trato de cubrir la luz de la linterna bajo la cual escribo esta crónica desde mi escondite. Escucho sus pasos cercanos, justo del otro lado de la puerta. El sujeto amenazante comienza a rasgarla duramente; no creo que la madera pueda resistir por mucho tiempo. Siento el hedor nauseabundo que desprende su cuerpo abominable, y no puedo evitar un estornudo. Veo su sombra amorfa dibujándose en el techo. Tiemblo un poco, inevitablemente, pero prefiero seguir escrib…
El argumento me pareció bastante predecible, pero la calidad de la narración es tal que el microrrelato se convierte en una historia genial.
ResponderEliminar8.5
agh! martin? sigues ahí?
ResponderEliminarBuen relato.
ResponderEliminarMartín...!!! estás bien....???
ResponderEliminarHabrá que esperar a ver si hay próximo relato...:(
Un beso
El destino de todo escritor, morir en el intento! Ja. Muy bueno Martín, un abrazo!
ResponderEliminarSiempre me dejan una interrogante éstos casos extremos de eliminación
ResponderEliminartales como el que describes,acerca de si causan un paroxismo de extremo dolor,o te matan del susto.
Y otra en cuanto a los tiempos,
¿Cuanto tiempo sufres dolor,y cuanto tardas en eyectar los 21 gramos del peso del alma fuera del cuerpo?
Esto de que la frontera de la vida y la muerte esté tan marcado es
neurotizante.
He hablado con algunos que me dicen que ya iban por el tunel de luz y se regresaron,pero éste recuento no aclara nada,pues son experiencias de alguien inconciente.
Muy bueno.
ResponderEliminarEspero que logres salvarte y vuelvas para contarnos el final...
De no ser así, ojalá ese ser monstruoso tenga el detalle de hacerlo.
Beso
sonó así como a persecución tipo bruja de blair... bueno. Me hago eco de los demás;esperemos a ver si el personaje vuelve para terminar de contarnos la historia.
ResponderEliminarQue descanses en paz...
ResponderEliminarAmén.
;)
Saludos
SOS!
ResponderEliminarbesos!
Está muy bien la tensión del microrrelato, tiene rapidez y precisión. El final me parece lugar común.
ResponderEliminarHeroico hasta el final, aparentemente se la re-bancó.
ResponderEliminarLa duda cruel es: no terminó porque fue asesinado o porque salió disparando...?
Escritor que huye, sirve para otro micro-relato.
Buenísimo otra vez, Martín.
Un beso enorme.
El ata que de monstruos/miedos es un argumento que me gusta mucha.
ResponderEliminarMe parece una buena forma de cerrarlo -dejandolo abierto.
Salu2
Glups!!!
ResponderEliminarMuy buen relato de una historia muy trillada. Cualquier que micro que me traiga a Lovecraft a la cabeza me saca una sonrisa.
ResponderEliminarUn saludo
Comparto la idea de Baizabal.
ResponderEliminarSaludos.
ten cuidaooooooo jaja,
ResponderEliminares muy bueno y terrorífico!!!!
besos
Bueno, pues aquí me tienes sosteniendo de nuevo la sonrisa que siempre me provocan tus relatos.Y ya que a ti te fue imposible seguir escribiendo, he querido imaginar para ti el mejor de los finales. Así que se me ha ocurrido pensar que el ser nauseabundo que te sorprendió en tu cuarto, en medio de la noche, no era más que un descendiente directo de tus amigos "Bestiarios" que, a modo de agradecimiento por mencionar y describir magistralmente en tu blog a sus antepasados, venía con la sana intención de regalarte un ramo de apestosas flores,y digo apestosas porque eran de sus propia cosecha..., y fue más el efecto anestesiante del peculiar aroma de las flores que la agresión visual de aquel individuo de aspecto repulsivo, de sexo indefinído, probablemente híbrido, pero de mirada totalmente inofensiva...
ResponderEliminarAsi que espero que te despiertes pronto del efecto sedante de las dichosas flores y sigas relatándonos tus perfectos finales!!!
Perdón si me he extendido demasiado...
Besos! y :)
Me gusta. Hace tiempo escribí uno similar: http://estebandublin.blogspot.com/2009/07/martir.html
ResponderEliminar¡¡¡Martincito amigo!!!
ResponderEliminar¿Estás bien?
¡Oh oh... tenemos problemas!...
Casi, casi que estoy segura que te lograste escapar...
Mmm...
Avisame... confirmame si estás bien.
Dale.
Un abrazo.
jejejej...qué miedo!...y colorín colorado...se lo comió! ajjajaa
ResponderEliminarY así fue como el personaje de esta historia fue visitado por su suegra pese a haberse mudado lejos del lugar de residencia de aquella bruja malvada que satisfacía sus antojos haciéndole la vida imposible!!!
ResponderEliminar:)
Espero que el poder leer tu texto signifique que sigues vivo.
ResponderEliminarbesos
Daniel, es cierto. No quise hacer algo con final sorpresa esta vez. Quizás por eso fue predecible, pero preferí poner el foco en la manera en que la historia es contada. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo
ResponderEliminarSen, tranquilo querido amigo. Fue solo un susto. Un abrazo
Noesperesnada, muchas gracias. Me alegra que te haya gustado. Saludos
Reina, aquí estoy. Espero que al leer el próximo relato no pienses que hubiera sido mejor que no aparezca más. Un beso
ResponderEliminarNetomancia, al menos nadie podrá decir que no murió en la lucha! Un abrazo
Carlos, este relato fue previo al túnel. Igual preferí pegar la vuelta antes de encararlo. Gracias por tu reflexión. Un abrazo
Alís, seguro que el monstruo escribe mucho mejor que yo! Saludos
ResponderEliminarEdu4poet, el final tendrá que ponerlo cada uno con su imaginación! Gracias por tu comentario. Un abrazo
El Vocero, gracias por tu bendición. Saludos
Liz, ¿que soy? El S.O.S. llegó tarde parece. jaja Un beso
ResponderEliminarBaizabal, como dije más arriba, preferí darle prioridad a transmitir terror, y no necesariamente a sacudir al lector en el final. Gracias por tu comentario. Un abrazo
Sil, coincido con tu reflexión final. Por eso preferí salir corriendo a tiempo. Gracias por tu comentario. Un beso
Rufino, creo que a pesar de los puntos suspensivos, el final cierra, como vos decís. Me alegra que te gusten estos de terror. Un abrazo
ResponderEliminarAnanda, te atragantaste? jaja Saludos
Jesús, es cierto. La idea no es original, por eso quise ser original en la manera de contarla. Me alegra que te haya gustado. Saludos
Javier, a mi respuesta me remito entonces. Gracias y saludos
ResponderEliminarMarialuisa, esa es la sensación que quise transmitir. Si así fue, me quedo contento. Un beso
Mara-mara, me encantó tu comentario. Gracias a tu generoso final inventado es que me salvé y que estoy aquí para responder. Gracias por las flores. Un beso!
Esteban, no me acordaba de ese tuyo. Claro que es igual, pero distinto. Gracias por recordarmelo, es un gran texto. Un abrazo
ResponderEliminarNatalia, aquí estoy querido amiga! O creíste que se librarían tan fácil de mí? jaja Un beso
Neogeminis, en ese caso, le va a resultar difícil la digestión! Gracias por comentar. Un beso
Quimera, jaja ese sí que es un terrible relato de terror. Me superaste! Un beso
ResponderEliminarAlex B., claro, es una crónica escrita a tiempo. Sino sería un epitafio. Sigo aquí. Un beso
No sé por qué pero me imaginé a un padre en la sombra dirigiendo sus pasos hacia la niña que no duerme...
ResponderEliminar... también me imaginé a la niña con su ordenador portátil enviando este relato por mail justo antes de caer bajo sus brazos.
Que temor.
Un saludo.
Citopensis, me gusta tu versión imaginada. Creo que el relato abierto invita a muchos finales mucho mejores que el que yo hubiera podido escribir. Gracias! Un abrazo
ResponderEliminar