A ella le encanta exhibirse desnuda ante su enamorado. Algunas veces, se anima a mostrarse completa; otras, en cambio, prefiere insinuar sólo un poco, como haciéndose rogar. Por momentos, ella elige ocultarse entre las sombras, para aumentar el deseo, y obligarlo a imaginarla en la oscuridad.
En cualquiera de los casos, él la ama locamente, y responde a su presencia con aullidos, cuando el sol se oculta tras la arboleda del bosque, para permitir que ella aparezca, lejana y radiante, en medio del cielo.
Una buena manera de vivir y revivir la pasión. Saludos.
ResponderEliminarA las mujeres nos gusta ser como la luna... y tener a un lobo que aúlle de amor....!!
ResponderEliminarMuy bueno...!!!
Un beso
Nada es tan pasional como la luna, más si hay un lobo cerca.
ResponderEliminarMaravilloso MArtín!
Cariños!
Qué bueno.
ResponderEliminarLobos y lunas.
me encantó
saludos
Brutal!
ResponderEliminarEl titulo, la descripción, el juego de palabras...! me estoy volviendo Martin-adicto!
Me gustó mucho.
ResponderEliminarTal vez hubiera ido ocultando más la idea, los silencios. No sé, me faltó quizá el golpe final, sabes que me seducen sobre todo esos finales inesperados.
Por lo demás, un placer leerte, como siempre.
Me encantó. Una excelente analogía, y el erotismo bien insinuado. Excelente.
ResponderEliminarJa, buenísimo! Leía imaginándola a ella y de golpe el final nos muestra su verdadero rostro! Muy bueno Martín!
ResponderEliminarMuy bueno, Martín.
ResponderEliminar(Me dieron ganas de aullar, pero me falta confianza)
Besos
Uff nunca me imagine que un lobo pudiese amar tanto, pero ahora q lo expones asi, todos los aullidos son entendidos.
ResponderEliminarsaludos!
Insuperable éste...
ResponderEliminarLa analogía es perfecta.
(aullidos incluídos ;D
Un beso enorme, Martín.
SIL
excelente, Martín...!!
ResponderEliminarUn cuento muy seductor ;)
Beso gigante
Precioso :D
ResponderEliminarGran juego,apropiado para la luna,gran final.
ResponderEliminarY las estrellas, cómplices secretas, iluminando el firmamento como incandescentes velas...
ResponderEliminarLa Luma está llena de poder, de atracción y de magia; igual que el amor.
No hace falta que te diga que me ha encantado ... verdad? :)
Besos.
Hermoso!!!!
ResponderEliminarUn aullido....
muy bonito :)
ResponderEliminarbesos
Genial Martín! Cómo no aullar en noches de luna llena?
ResponderEliminarBesos,
UUUUUUUUUUUUUUUUUUU.... me encantó! literalmente. Quedé plateada de la ternura.
ResponderEliminarImpresionante Martín, se ve que tenéis un lobo en el corazón...
ResponderEliminarMuy bueno.
El amor es un zorro.
ResponderEliminarFelicidades
Azul, sin dudas que es una buena creativa de mantener la pasión. Gracias por comentar. Un beso
ResponderEliminarReina, y a los hombres nos gusta ser un poco lobos. Me alegra que te gustara. Un beso
Sol, coincido con lo que decís sobre la Luna, aunque yo preferiría tener lejos al lobo. Un beso
Alex B, que bueno que te haya gustado. Creo que es una primitiva historia de amor. Un beso
ResponderEliminarJesús Contreras, creo que el título redondea la historia, que es (como tu dices) un poco de cada cosa. Un abrazo
Sen, es un placer que te gusten mis relatos. Me alegra siempre recibirte por acá. Saludos
Daniel, vos sabés que a mí también me gustan los finales sorpresa. Trate de llevar lentamente este relato, para que luego no digan que abuso de la sorpresa final. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo
ResponderEliminarBaizabal, cuantos elogios! Muchas gracias! Me alegra que te haya gustado. Un fuerte abrazo
Netomancia, un rostro redondo y radiante, eso sí. Un abrazo y gracias!
Alís, estás en tu casa. Podés aullar tranquila. Un beso
ResponderEliminarPosmoderna, este relato surgió justamente desde mi inquietud por conocer el origen de sus aullidos. Este cuento ha sido muy aclaratorio. Muchas gracias por tu comentario. Un beso
Sil, me alegra que te gustara. Todo es superable, incluso los aullidos. Muchas gracias! Un beso
Anadry, igual que el lobo... Saludos!
ResponderEliminarLiz, muchas gracias. Me alegra que te haya gustado. Un beso
Carlos, la luna tiene muchas caras. Creo que este relato muestra un poco a todas ellas, por eso le cae apropiado. Gracias por tu comentario. Un abrazo
Mara-mara, me alegra que te haya encantado. Buen toque de estrellas el que incluiste. Toda historia romántica necesita verlas brillar alrededor. Muchas gracias! Un beso
ResponderEliminarNeogeminis, el cuento o el lobo? Por tus aullidos, diría que es la segunda opción. Un beso
Marialuisa, gracias! Me alegra que te haya gustado. Saludos
Claudia, tenés razón. Hasta a mí me dieron ganas de aullar. Gracias por tus elogios. Un beso
ResponderEliminarMagah, quedaste aullando. Eso significa que te gustó! Me alegro mucho. Muchas gracias por comentar. Un beso
Tetor, es verdad. Debo confesar que tengo mucho de lobo desde que nací. Me alegra que te gustara. Un abrazo de lobo.
ResponderEliminarRufino, entre lobos y zorros se armó un lindo zoológico! Gracias por tu comentario. Un abrazo
Por eso es que los hombres no pueden regalarnos la luna... Cada mujer tiene un pedazo de ella al nacer!
ResponderEliminarUn abrazo
Quimera, ahh era por eso? Con razón! Gracias por comentar. Un beso
ResponderEliminarPerfecta habilidad para decir sin decir
ResponderEliminarGi, bienvenida al Living! Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por tus elogios. Un beso grande
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