He tenido un pequeño accidente (me quebré el codo) y no puedo escribir (sino con una mano y las letras se hacen infinitas). Así que te leo pero no te comento ¿vale? En un mes estaré como nuevo…. Beso y abrazo. druida
Bueno, es una promesa de amor después de todo. Corta, muy corta en el tiempo propuesto, pero después de todo, una promesa de amor. Con la falta que hace ese sentimiento me pareció suficiente ese brevísimo espacio de tiempo. Un saldo. Eres genial amigo Martín.
Muy bueno, sólo que de repente imaginé que el interlocutor no quería su amor sino únicamente placer sexual, no me hagas mucho caso, le quitaría todo el encanto, pero yo lo acabaría con un "estupendo, pues yo ni éso" o "yo no" No he venido buscando tu amor, o no necesito que me ames, o no te molestes mi mujer ya me ama mucho, hoy vengo a disfrutar.
Luis, es corta (es verdad) pero eso no le quita intensidad. Creo que con este micro sucede lo mismo. Gracias por tus palabras. Un abrazo querido amigo.
Sil, que no se enteren las geishas del arma letal que tienen entre sus manos entonces. Sigamos en paz! Gracias por tus elogios. Un beso
Ananda, las geishas nunca mienten. Gracias por comentar. Saludos
Claudia, gracias por tu comentario y por tu visita, es un placer tenerte por acá. Claro que repite la promesa varias veces al día, aunque siempre lo haga a un hombre diferente. Un beso
Isabel, me encanta cuando el lector continúa la historia a su manera. Todas tus versiones me parecieron interesantes y me invitan a pensar. Muchas gracias! Un beso
Sonia, el tiempo es dinero. Y tiene que renovar su promesa al próximo visitante. Gracias por tu comentario. Un beso
Estercita, otro comentario generoso. Muchas gracias! Un beso
Yoni, bienvenido al Living! Vaya a saber de donde me conoce usté. Ojalá salga del anonimato pronto. Gracias por ese aprecio que no se pierde. Hasta la próxima. Un abrazo
Adhiérase a la solicitud mundial de inculcar el buen trato estilo geisha,donde siempre se recibirá y tratará al ser querido con una actitud amable y amorosa,y ésto vá para ambas partes.
Me alegra le gustaran las fotografias domesticas y cotidianas que capta la mirada de una latinoamericana viviendo en Suiza. me dare una vuelta por sus cuentos minimalistas. ..el tiempo que dure la visita.
Preciso y precioso, señor Gardella. Aquí le dejo yo uno de mis "cuentos cortísimos":
"Descorrió las cortinas y lo vió ante ella: el mar embravecido enviaba sus olas a romper contra el hogar. Sin embargo la mujer no se asustó, abrió las ventanas y las aguas de detuvieron."
Casa de atrás, bienvenida al Living! Me alegra que te haya gustado, tanto como me gustó el tuyo a mí. Muchas gracias por tu comentario y tu visita. Saludos
Perfecta reflexión, a veces hay cosas que parecen amor. Un gran abrazo.
ResponderEliminarjajaja.... muy bueno....!!
ResponderEliminarMe encanta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bien, sencillito y divertido.
ResponderEliminarAsí debe ser siempre!
ResponderEliminarMe gustó el final.
Besos.
...amor al trabajo..., no?
ResponderEliminar¿y por qué no!!????
Beso gigante
Sabias palabras de la geisha. Algunos lo aplican en otras latitudes jaja.
ResponderEliminarUn abrazo!
¿Y por qué pedir más? Lo importante es que sea intenso mientras dure.
ResponderEliminarBeso
He tenido un pequeño accidente (me quebré el codo) y no puedo escribir (sino con una mano y las letras se hacen infinitas). Así que te leo pero no te comento ¿vale? En un mes estaré como nuevo….
ResponderEliminarBeso y abrazo.
druida
Si lo quieres llamar amor, con tal que hagas realidad mis deseos me conformo, jeje
ResponderEliminarUn saludo indio
Bueno, es una promesa de amor después de todo. Corta, muy corta en el tiempo propuesto, pero después de todo, una promesa de amor. Con la falta que hace ese sentimiento me pareció suficiente ese brevísimo espacio de tiempo. Un saldo. Eres genial amigo Martín.
ResponderEliminarCon esa tan inteligente arma de destrucción del género masculino, van ejércitos de geishas no declaradas haciendo estragos.
ResponderEliminarBREVE Y GENIAL, MARTÍN.
Un beso enorme.
SIL
Algo es algo..! jejeje
ResponderEliminarabrazos.
Jajajaja, qué gran verdad!!!
ResponderEliminarGenial. Un abrazo ^^
Excelente Martín! Y las veces que repetirá la misma fórmula...!
ResponderEliminarSaludos!
Muy muy bueno Martín!!
ResponderEliminarCariños!
Muy bueno, sólo que de repente imaginé que el interlocutor no quería su amor sino únicamente placer sexual, no me hagas mucho caso, le quitaría todo el encanto, pero yo lo acabaría con un "estupendo, pues yo ni éso" o "yo no" No he venido buscando tu amor, o no necesito que me ames, o no te molestes mi mujer ya me ama mucho, hoy vengo a disfrutar.
ResponderEliminarni un minuto mas... ya dije.!
ResponderEliminarjajaja que no se diga que no esta advertido.
besos
Ignacio, son cosas parecidas, pero no es lo mismo. Un abrazo
ResponderEliminarReina, muchas gracias! Me alegra que te haya gustado. Saludos
Pietror, bienvenido al Living! Gracias por tu visita y tu comentario. Saludos
Esteban, si Ud. lo dice debe ser así. Gracias por tu comentario. Un abrazo
ResponderEliminarMagah, intenté que con la última palabra se produzca un giro inesperado. Me alegra que te haya gustado. Gracias! Un beso
Anadry, hay gente que trabaja de lo que realmente le gusta. O no? Un beso
Netomancia, es que el amor es universal. ja Un abrazo
ResponderEliminarAlís, es verdad. No tiene sentido que se extienda más allá de lo que él pueda disfrutar. Un beso
Druida, yo tampoco puedo leerte, no te preocupes. Espero que te mejores y vuelvas pronto. Un abrazo
No comments, eso también es amor. jaja Un abrazo
ResponderEliminarLuis, es corta (es verdad) pero eso no le quita intensidad. Creo que con este micro sucede lo mismo. Gracias por tus palabras. Un abrazo querido amigo.
Sil, que no se enteren las geishas del arma letal que tienen entre sus manos entonces. Sigamos en paz! Gracias por tus elogios. Un beso
Neogeminis, claro! Peor es nada. Un beso
ResponderEliminarAnanda, las geishas nunca mienten. Gracias por comentar. Saludos
Claudia, gracias por tu comentario y por tu visita, es un placer tenerte por acá. Claro que repite la promesa varias veces al día, aunque siempre lo haga a un hombre diferente. Un beso
Jesús, la inteligencia de las geishas ha sido la clave de su éxito. Gracias por tu comentario. Saludos
ResponderEliminarSol, muchas gracias! Me alegra que te haya gustado. Un beso grande
Isabel, me encanta cuando el lector continúa la historia a su manera. Todas tus versiones me parecieron interesantes y me invitan a pensar. Muchas gracias! Un beso
ResponderEliminarSonia, el tiempo es dinero. Y tiene que renovar su promesa al próximo visitante. Gracias por tu comentario. Un beso
como se dice ahora un toauch and go... se escribe asi??? en fin! si la geisha se siente amada por este hombre! barbaro!!! jajaja... me encanto amigo!
ResponderEliminarYo me conformaría con que todo el mundo me amara absolutamente hasta que termine la visita.
ResponderEliminarMartín, otro microrelato excelente
ResponderEliminarEstercita
Ay ay ay... pero mire dónde lo vengo a encontrar. Lo bueno es que usté puso su nombre, y yo no.
ResponderEliminarSepa que siempre le tengo un aprecio particular. Volveré.
Un saludo.
Lisandro, no creo que la geisha se preocupe demasiado por la retribución de ese amor. Gracias por tu comentario. Saludos
ResponderEliminarMaria Jesus, no creo que eso sea poca cosa. Gracias por comentar! Un beso
Estercita, otro comentario generoso. Muchas gracias! Un beso
ResponderEliminarYoni, bienvenido al Living! Vaya a saber de donde me conoce usté. Ojalá salga del anonimato pronto. Gracias por ese aprecio que no se pierde. Hasta la próxima. Un abrazo
Adhiérase a la solicitud mundial de inculcar el buen trato estilo geisha,donde siempre se recibirá y tratará al ser querido con una actitud amable y amorosa,y ésto vá para ambas partes.
ResponderEliminarMe alegra le gustaran las fotografias domesticas y cotidianas que capta la mirada de una latinoamericana viviendo en Suiza.
ResponderEliminarme dare una vuelta por sus cuentos minimalistas. ..el tiempo que dure la visita.
Enorme declaración de amor.
ResponderEliminarCuántos hay que se pasan la vida esperando que les digan eso.
Excelente Martín, como siempre!
Besos
REM
Corto pero sustancioso
ResponderEliminarUn abrazo
Ojo, capaz se queda a vivir! Tragedia!
ResponderEliminarOjo, capaz se queda a vivir! Tragedia!
ResponderEliminarSi es que todo se compra y se vende, está claro.
ResponderEliminarCarlos, me adhiero. Gracias por tu comentario. Un abrazo
ResponderEliminarCarolina, bienvenida al Living! Fue un placer recorrer tus fotografías. Mayor aún es el placer de recibirte acá. Espero que regreses pronto. Saludos
Rembrandt, es cierto. Lo que importa no es la duración sino la intensidad. Que bueno verte de nuevo por acá. Un beso
Quimera, ¿el amor o el relato? ¿o los dos? Un beso
ResponderEliminarManu, es cierto. El relato de amor se convertiría en uno de terror. Un abrazo
Manuespada, creo que no se puede comprar el amor para siempre, pero sí por un ratito. Saludos
Oye, Martín, ¿no dejé comentario aquí? Creía que sí. Bueno, da igual. Juro que lo disfruté muy poco, sólo durante 15 palabras más el título.
ResponderEliminarUn abrazo.
Víctor, me alegra que lo hayas disfrutado todo el tiempo que duró tu visita, que fue tan breve que olvidaste comentar. Gracias! Un abrazo
ResponderEliminares parte del juego!
ResponderEliminares asi!
Carina, lo importante es que ambos conozcan y acepten las reglas. Un beso
ResponderEliminarPreciso y precioso, señor Gardella.
ResponderEliminarAquí le dejo yo uno de mis "cuentos cortísimos":
"Descorrió las cortinas y lo vió ante ella: el mar embravecido enviaba sus olas a romper contra el hogar. Sin embargo la mujer no se asustó, abrió las ventanas y las aguas de detuvieron."
Casa de atrás, bienvenida al Living! Me alegra que te haya gustado, tanto como me gustó el tuyo a mí. Muchas gracias por tu comentario y tu visita. Saludos
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