Descubrí que las muñecas de mi hermana cobran vida en la madrugada. Abandonan, delicadamente, la casita en miniatura de la habitación contigua y entran en la mía, semidesnudas, para colarse en el cajón de mis muñecos articulados. Hago silencio para no molestarlos y, con los ojos cerrados, escucho el sonido del plástico retorciéndose, galopante contra la caja de madera. Media hora más tarde, se retiran sonrientes y despeinadas, con su flexible cuerpo agotado y la misión cumplida.
El episodio se repite, indefectiblemente, noche tras noche, aunque hoy, promete ser diferente. Asomado a la puerta de mi cuarto, el alegre rostro plástico de la muñeca gigante que le obsequié a mi hermana por su cumpleaños, observa el grueso candado que coloqué en el cajón de los juguetes y me guiña un ojo. Todos duermen, excepto nosotros.
El episodio se repite, indefectiblemente, noche tras noche, aunque hoy, promete ser diferente. Asomado a la puerta de mi cuarto, el alegre rostro plástico de la muñeca gigante que le obsequié a mi hermana por su cumpleaños, observa el grueso candado que coloqué en el cajón de los juguetes y me guiña un ojo. Todos duermen, excepto nosotros.
Esas muñecas siempre tuvieron un no sé qué libidinoso en la mirada...
ResponderEliminar;)
Imagino que esa muñeca gigante también se retiraría media hora más tarde, sonriente y despeinada, con su flexible cuerpo agotado y la misión cumplida... ¿no?
ResponderEliminarjejeje
La tentación del plástico, no hay nada que hacerle. Cuídese que no lo hagan de goma.
ResponderEliminarSaludos!
Ja ja ja ja ja.
ResponderEliminarAyyyy Dios eso se merece una segunda parte.
Un beso muy fuerteeeeee.
Como siempre estos relatos tuyos me encantan. Son realmente diferentes.
Cuidadin con las muñequitas, recuerda a la novia de Chucky...
ResponderEliminarNo le quites el candado por si las moscas, je, je..
Besos
P.S. Que me gustô esta entrada de la habitaciôn de muñecas.
Muy bueno Martín
ResponderEliminarAbrazos
Buena toy story para mayores de 18, Martín.
ResponderEliminarUn saludo lelo!
Martín, tu relato genial como siempre.Vaya con las muñequitas...ten cuidado con la muñeca gigante. Jajaja
ResponderEliminarBesos
siempre es un gusto leerte, muy creativo me gusta..
ResponderEliminarsaludos fraternos
un abrazo
que tengas una buena semana
Pues no sabes tú "ná".jejeje saludos.
ResponderEliminarAJJAJAJAJJAAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAAJJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJJAJAJAAAJJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJJAJAJAJAJJAJAJJAJAJA
ResponderEliminarME ENCANTÓOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!AJJAJAJAJ
Muchísimas felicidades ^^
MARTIN
ResponderEliminarEl cumpleaños de tu hermana fue antes o después de que las muñecas mimosonas cobraran vida por las noches...?
Solo intento establecer si le compraste una muñeca gigante por casualidad o a propósito...
GENIAL- Y MÁS, como siempre.
BESOS de living (antes de que llegue la muñeca...)
La prox fíjate que muñecas le compras a tu hermana,ahora sabes que regalo regalarle a tu hermana y que a vos te sirva jaja Un beso enorme.Me encanto el blog ♥
ResponderEliminarMuy bueno,me gusto.¡Cuidado! no
ResponderEliminardespiertes la ira de tus seguidoras
jajajajaja-un fuete abrazo-
jajajajjaa...pero qué traviesas son esas muñecas! jejejee...y tus muñequitos...cómo responden??????????? jajajajaa
ResponderEliminarun abrazo!
P.d
me parecen estupendos tus mini relatos!
Orologiaio, mi hermana le arrancó los ojos a algunas de ellas, pero aún así, me miraban por el agujero. Un abrazo
ResponderEliminarNocomments, es probable que así sea, todavía no se fue. Gracias por comentar. Saludos
Netomancia, ya lo dice una vieja canción de Radio Futura: "Dicen que tienes veneno en la piel, y que estás hecha de plástico fino...". Buen comentario. Un abrazo
Ana, me alegra que lo hayas disfrutado. Muchas gracias por tu comentario. Un beso
Eva-lazarzamora, el candado seguirá ahí por unas noches. Gracias por tu consejo. Saludos
José, muchas gracias! Saludos
Victor, es verdad. No había pensado esa relación con Toy Story. Gracias por tu opinión. Saludos
Ro, que bueno que te haya gustado. Gracias por tu visita. Un beso
Adolfo, gracias por tu incondicionalidad, te mando un fuerte abrazo.
HYDRO, solo se que no se nada, saludos
Juls, que bueno que te haya gustado!! Gracias por tu comentario tan efusivo! Un beso
Sil, mmm.. jamás te voy a confesar eso. jaja. Besos de living
Taami, bienvenida al living! Es la primera vez que no tuve que pensar mucho! Espero que vuelvas pronto! Un beso
Tocayo, lo último que quisiera es despertar la ira de algún lector, son inocentes muñequitas. ;) Un abrazo
Neogeminis, me alegra que te gusten mis mini relatos, tan pequeños como los muñequitos! Un beso
Que final. Una muñequita, verdaderamente.
ResponderEliminarUna buena compañía jajajajaj siempre igual tiene su lado morboso y misterioso el encanto de tus cortísimos y excelentes cuentitos!!!
ResponderEliminar=) HUMO
¡Palmas, palmas y más palmas!
ResponderEliminarIgnacio, un poco fría, pero una muñeca al fin. Gracias. Saludos
ResponderEliminarHUMO, es un poco morboso, es cierto! Me alegra que te gusten mis cuentos. Un beso
Esteban, muchas gracias. Saludos
pìcaramente me da un poquito de envidia la muñequita grande.¡somos humanos!.un beso.
ResponderEliminarMe gusta la analogia que haces con las muñecas de plastico y el mundo real, supongo que alguna ves todos hemos pensado que los juguetes que teniamos de pequeños cobraban vida.
ResponderEliminarExcelente como siempre Living¡¡¡¡
Un beso.
Anonimo, dicen que cada uno envidia lo que no tiene! Gracias por tu comentario y por tu anónima visita. Un beso
ResponderEliminarIsady, sin dudas existe cierta analogía, el Mundo cada vez es más plástico. Gracias por tu comentario tan generoso. Un beso
Muy bueno!!! Pero muy bueno!!! Viste que no eran solamente mis estatuas de yeso las que cobraban vida por la noche. Que disfrutes de la muñeca gigante... jajaja
ResponderEliminarBesos rojos,
HR.
Muy bueno... pero muy bueno, Martín.
ResponderEliminarPero acabo de recibir en mi correo una réplica de la hermanita (parece que también te lee): "Ya entiendo por qué me regaló una muñeca inflable..."
Un abrazo de living (al estilo de Sil)...
HR, es cierto. Recuerdo esa entrada tuya ahora. Tiene alguna coincidencia. Me alegra que te guste. Un beso
ResponderEliminarAlejandro, muchas gracias amigo. Me hiciste reir con tu comentario. Abrazo de living!
Que miedo da eso!
ResponderEliminarMuy buen post Martin!
Carla, no debes tener miedo; son inofensivas con las mujeres. Gracias por tu comentario! Saludos
ResponderEliminarCai de casualidad a tu blog y me rei mucho con el post.
ResponderEliminarNos estaremos leyendo.
Me pregunto si tu roce con ella hará un sonido parecido al que describes.. no existen " muñecos gigantes "? para comprobarlo nada más..duda existencial :P jajaj
ResponderEliminarQué imaginación la tuya..
Beso humano.. :)
Diego, bienvenido al living! Que bueno que te haya gustado. Espero que regreses pronto. Saludos
ResponderEliminarUna más, seguramente existen muñecos. Solo debes averiguarlo. ja Un beso
me dan miedo las muñecas de tu hermana jajaja deja los porros jeje un besiko
ResponderEliminarLoca de los gatos, esta es literatura de agua mineral. Un beso
ResponderEliminarMis Barbies no hacen tanto ruido ;)
ResponderEliminarJajaja! Martín, antes que nada asegurate de que no sea una muñeca que habla, que mañana te pide que la lleves al cine y de la mano por la calle, jajaja
ResponderEliminartodas las muñecas son unas furcias..
ResponderEliminarAy amigo, a mi me dio como miedo la historia de hoy, je je je creo que me acobardé uy...
ResponderEliminarUn beso querido, cuidate mucho, besitos abrazos y un té.
CuidaTE.
Qué sutileza hay en tu relato. Dices todo, sin decir nada. La insinuación, mi juego favorito! En nuestra imaginación todo es posible, y que bendición que ella exista. Pero la tuya, me supera día a día, me sorprende, y hace que la mía crezca a pasos agigantados. Es como animarse a soñar leyéndote, soñar que todo es posible, soñar que no existen barreras. (Te diré que Gepetto ha quedado un porotito al lado tuyo, qué expresión tan vulgar la mía, porotito, pero bueno, es la que va.)
ResponderEliminarMe encanta, me encantan tus cuentos. Y coincido con alguno de tus lectores, da para continuación.
Un beso grande Martín!
Claudia, tenés suerte! Un beso
ResponderEliminarAdriana, eso si que sería el colmo no? jaja Gracias. Saludos
Jordim, no puedo comprobar tu afirmación. Solo conozco las del relato. Gracias por tu visita. Saludos
Natalia, no te acobardes amiga! Es solo ficción! Gracias por el té. Un beso
Naty, considero importante la sutileza, sobre todo el relatos tan cortos. La insinuación enciende la imaginación que estos cuentos requieren. Gracias por tus comentarios siempre tan generosos, me alegra que te sientas a gusto por aquí. Un beso!
Las muñecas gigantes son uno de los mejores inventos para los niños en desarrollo, si lo sabremos quienes tenemos hermanas...
ResponderEliminarSaludos
Hola Martin ;D
ResponderEliminarCompartinos la misma pasión por los micro relatos. Ya te he visto por mi blog.
Muy bueno... pero muy bueno. Continua así.
Un saludo amigo.
Qué gran relato. Muy original.
ResponderEliminarUn saludo
Espero que la muñeca haya sido voluptuosa y con buen ánimo, y que la fiesta haya durado más de media hora.
ResponderEliminarSalú pue.
Dragon, que bueno que te hayas sentido identificado con la historia. Saludos
ResponderEliminarMandy, bienvenida al living. Gracias por tu visita y tus comentarios. Nos seguimos leyendo. Saludos
Febade, bienvenido al living. Me alegro que te haya gustado. Gracias por tu visita y por seguir el blog. Un abrazo
Johan, eso no lo puedo contar! Salú pue.
Qué buena idea el regalo para la hermana xD
ResponderEliminar!!!Bien Martín¡¡¡ hoy alcanzaste cotas altísimas en eso de la imaginación.
ResponderEliminarMe gustó muchísimo tu texto de hoy.
PAZ
Qué bueno! He disfrutado mucho leyéndo tu relato... es fantástico!
ResponderEliminarLa muñeca promete... las noches se presentan moviditas.
Un beso,
te superas cada vez....me kedo muda ante tanta sonrisa y despeine,.. plástico sudoroso, candados entre las sábanas, noches de juegos robados...uf!!! me voy a dormir, esto es mucho para mi...jajajjaja, genial, genialísimo....
ResponderEliminarun beso.
¿Quién nunca fantaseó con una Barbie y se la frotó un poco por el cuerpo?
ResponderEliminarJa, saludos
Lalagoesfishing, fue una casualidad con suerte, nada mas! Saludos
ResponderEliminarLuis, me alegra que lo hayas disfrutado. Gracias por tu generoso comentario. Un abrazo
Clara, gracias por tus elogios. Que bueno que te haya gustado! Un beso
Hadanevada, por lo visto, la imaginación todo lo puede! Gracias por tu comentario. Un beso
Galán de barrio, sobre gustos no hay nada escrito! un abrazo
Sin límites ni tabúes, me encanta!
ResponderEliminarRous, así debe ser todo en la vida! Saludos
ResponderEliminarMe encantan tus cuentos, desde que descubrí tu blog al azar, no me pierdo los cuentos por el Reader.
ResponderEliminarSolo quise dejar constancia por acá, un gran saludo.
Acuarela, bienvenida al living! Que bueno que sigas mis cuentos por el Reader. Lo importante es que estes cerca. Gracias por pasar a comentar! Saludos
ResponderEliminarAbsolutamente genial!!
ResponderEliminarEspero que para el dia de tu cumpleaños a tu hermana no se le ocurra regalarte un muñecote..., aunque... jugando con la ventaja que cuentas, siempre podrías echar mano de un rotulador y hacerle unos desareglos faciales para que el plástico no tire al plástico y tu encantadora muñeca siga cada noche guiñándote un ojo.
Besos. (aún sigo sonriendo...)
Mara-mara, espero lo mismo! Gracias por tu comentario! Un beso
ResponderEliminarMartín, me gustó el cuento. Me pareció original por el argumento -una especie de "Toy Story erótica", ¿no?- pero sutil en la elección de las palabras. ¡Esos ratones!
ResponderEliminarGustavo, muy buena esa idea de la Toy Story erotica. Y yo que creía que era una historia naif. Un abrazo
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