Lo crucificaron diez veces. Y él resucitó otras tantas. Pero un día el gobierno decidió suspender esas ejecuciones inútiles, alegando problemas de presupuesto.
Ante semejante decepción, el resucitado debió buscar nuevos métodos que extendieran su calvario. Desde hace años, solicita que lo claven en la cruz hasta morir, para volver a la vida algunos días después.
Sus seguidores todavía se sorprenden con el milagro. Es la atracción más aplaudida en el circo itinerante.
Entonces, que continúe el show.
ResponderEliminarPues yo creo que deberían acabar con este festival de despropósitos.
ResponderEliminarUn buen micro amigo.
Saludos
Digo yo, y es un decir, que si en vez de crucificarlo le cortasen la cabeza directamente, no sería más práctico y evitaríamos el volver cada año a lo mismo. Eso sí, -aunque sea con otro nombre- conservar las vacaciones.
ResponderEliminarSaludos, y un abrazo.
Un inmortal aburrido! Muy bueno Martín!
ResponderEliminarUn abrazo.
Si es que la gente se enganchan a cualquier cosa, jajaja
ResponderEliminarUn saludo indio
Muy bueno, veo una crítica soterrada a la religión. Por cierto, me lo estoy pasando muy bien con tu libro, Martín.
ResponderEliminarMuy bueno Martín, fina ironía que deja al descubierto ciertos "fallos" más humanos que divinos. Un abrazo.
ResponderEliminarLos tiempos cambian, debería plantearse hacer algo más espectacular que una simple resurrección, no sé, multiplicar monedas y fajos de billetes quizás.
ResponderEliminarMuy bien trabajado ese final y un argumento que ya engancha por sí solo.
ResponderEliminarEl milagro es que siga sorprendiendo a alguien. A mí me parece un poco peliculero, jajaja.
ResponderEliminarBesos
Cada loco con su tema :)
ResponderEliminar=) HUMO
Yo pagaría por verlo. Sí señor.
ResponderEliminares un exito juntar al resucitado masoquista y al publico sadico. A donde hay que ir a verlo a este señor??
ResponderEliminarEsteban, así será querido amigo.. Un abrazo
ResponderEliminarLuis, pretendes acabar con un negocio tan maravilloso? mmm... Un abrazo a la distancia
Carlos, son justamente esas vacaciones en las que el público aprovecha para ir al circo. Pero si siguieramos tu método, ¿quién sabe que pasaría? Me dejas pensando. Gracias. Un abrazo
ResponderEliminarNeto, para él es aburrido. Para el público es espectacular! jaja
Un abrazo
No comments, en eso consiste el negocio del circo. jaja Hace rato que no te veía por acá. Gracias por pasar y comentar. Saludos
ResponderEliminarManu, me alegra que estés disfrutando mi libro, ya que yo disfruté muchísimo del tuyo. Puede ser que haya una crítica subliminal a la religión, pero cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia. Un abrazo!
Maite, muchas gracias. Sí, creo que tiene mucho de ironía y de crítica a nuestra naturaleza humana. Me alegra que te haya gustado. Un beso
ResponderEliminarEl hereje, ese truco también lo hace. De día, trabaja en el banco de la ciudad. Buen aporte! Gracias! Saludos
Daniel, muchas gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo
ResponderEliminarLucía, eso es porque no lo viste en vivo y en directo! jaja Gracias por tu comentario. Saludos
Humo, ¿quién es el loco? El artista circense o el espectador? Ahora me dejas pensando. Gracias por pasar. Un beso
ResponderEliminarRaúl, yo también!
Una alegría volverte a ver por acá. Muchas gracias! Saludos
V de Tierra, sin dudas que es un éxito. Próximamente en el circo más cercano de tu barrio. Saludos!
Los católicos cristianos muy creyentes, hacen lo mismo cada día.
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo, y más aún por esa doble lectura que le di.
Perdoname si derrapé acá.
Otro beso
SIL
Sil, me gustan los micros que invitan a distintas interpretaciones. Gracias por compartir la tuya. Un beso
ResponderEliminar