Si la niña de la caperuza no hubiera cruzado el bosque aquella noche, nunca habría tenido aquel encuentro apasionado con el lobo, tras el cual nacieron dos niños gemelos, que serían amamantados por Luperca, su tía paterna.
Puede concluirse, entonces, que si la abuelita no hubiera caído enferma, hoy no existiría la ciudad de Roma.
¿Dónde nos llevarían los caminos, entonces?
ResponderEliminarQué bueno cruzar estas historias!!!!!
ResponderEliminarUn abrazo!
genial, simplemente genial.
ResponderEliminarGi, ¡muy buena pregunta! Supongo que los caminos habrían buscado una ciudad alternativa, para no quedar desorientados. O quién sabe... Gracias! Saludos
ResponderEliminarNeto, hace tiempo que se me cruzaban estas historias, y no encontraba la forma de contarla. Me da la sensación de que no muchos lectores entendieron el relato. Parece que Rómulo y Remo están un poco olvidados. Gracias amigazo. Un abrazo
ResponderEliminarSandro, gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado. Te mando un abrazo.
ResponderEliminargenial y divetida tu elucubracion. no soy experto pero tu estilo me hizo recordar a cortazar. saludos.
ResponderEliminarp.d: te invito a pasar por mi blog
¡Muy bueno! :-)
ResponderEliminarSaludos.
ludobit, Bienvenido al Living! Muchas gracias por tu comentario y por tu comparación! Soy un admirador del enorme Cortázar, y aunque estoy muy lejos de la calidad de sus letras, es probable que haya habido mucha influencia. Un abrazo
ResponderEliminarVerónica, bienvenida al Living! Muchas gracias por tu visita y tu comentario. Me alegra que te haya gustado. Saludos!
ResponderEliminarSi me conocés un poquito sabrás que est micro me ha resultado fascinante.
ResponderEliminarMadre natural famosa había resultado la de Rómulo y Remo, che.
Otro beso
SIL
F de E: este
ResponderEliminar:)
Sil, es un honor que una experta en cruzar historias haya encontrado fascinante este cuentito. Muchas gracias! Saludos
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