En aquel desierto enorme, habita una sirena. Atrae a los viajeros con canciones melodiosas, imitando a aquellas que logró burlar Ulises. Aparece de repente, en medio de un maravilloso oasis, hacia el que corren los cansados peregrinos, encantados, en busca de descanso. Con el agua dulce de sus besos, sabe calmar la sed brutal de los aventureros que, sin poder evitarlo, se atreven a cortejarla.
Es allí cuando, por un instante, las arenas tibias del desierto se transforman en un mar hambriento, al que sólo sobreviven unos pocos hombres que, a pesar del cansancio y la corriente en contra, se animan a nadar.
Te salió misterioso misterioso éste, Martín. Tiene su qué. Y buena antítesis, esa de la sirena en el desierto: gran descontextualización.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo también moriría encantado en los brazos de una sirena. Ni siquiera me atrevería a nadar.
ResponderEliminarEspectacular cuento, Martín. Te sobra la coma después de mar hambriento.
Ante el irremediable destino de morir en el desierto, qué mejor que hacerlo con la sed calmada por el beso de una sirena, en un anhelado oasis!
ResponderEliminarNo todos los mortales logran regresar a Itaca...
Maravilloso, misterioso, me encantó!
BESO ENORME
SIL
Crea una atmósfera envolvente, te sumerge en el oasis y en el mar. Me gusta mucho la cadencia de las frases. Y no estoy muy de acuerdo con que sobre la coma.
ResponderEliminarUn saludo.
Me encantan las historias de sirenas, Martín!
ResponderEliminarMuy buena!!!
Por cierto, no me parece mal la coma que te indica Esteban, para mi está bien.
Cariños!
Quién fuera sirena para, desde ese mar bravío, robarle un hombre al desierto...
ResponderEliminarMe gusta el contenido, Martín, y la historia, pero... Me he liado un poco al leerlo. Veo (y esto es una apreciación del todo personal), un exceso de subordinadas y de adjetivación (la sed en un desierto enorme es siempre brutal, como los peregrinos que lo atraviesen seguro que están cansados). Veo que resultaría mucho más poderoso si jugara con la evocación en lugar de con la explicación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Encantador como siempre!!!!
ResponderEliminarjajaja, también creo que la coma está bien utilizada.
ResponderEliminarMe encantó la figura del agua dulce de los besos de la sirena, magnífico espejismo. Y muy buen relato.
Besos
A mí me parece sólo distitno de lo que te he leído. La coma después de "mar hambriento" me parece bien puesta: conserva el ritmo. Pero volviendo al primer punto, diría que lo veo más como una imagen muy bien narrada.
ResponderEliminarHolaaaaaaaaaaa.
ResponderEliminarMartincito amigo.
Te dejé varios té por mi blog para que tomés los que querás.
Espero estés muy bien.
Cuidate mucho.
BesoTE y abrazoTE.
:)
Que buen contraste nos regalás Martín situando una sirena en el desierto. Y sin dudas que también es efectivo e incluso, hasta más poderoso al imaginarlo.
ResponderEliminarExcelente! Un abrazo!
...solo espejismos!!!
ResponderEliminarLindo.., como siempre.
beso gigante, Martín!!!
Hermoso Martin, me gusto demasiado.
ResponderEliminarun abrazo
Cómo resistirse a una sirena.... jaja
ResponderEliminarMuy bueno e inesperado encontrar una en el desierto...!!
Que dificil nadar en ese mar ardiente despues de tanto desierto.
ResponderEliminarUn saludo
La verdad es que es muy imaginativo y perfecto.Saludos Martín.
ResponderEliminarSigo leyéndote...
En todo desierto hay agua y viceversa.
ResponderEliminarLa sirena y el desierto, feliz contradicción.
ResponderEliminarFelicidades
Arenas movedizas. Es lo que pensé. Ha
ResponderEliminarSaludos !
Vaya! parece que en medio de este mar de letras... hay una coma pretendiendo hacerse sirena. Algunos reparan en ella, otros la ignoran; y yo llena de curiosidad, me he acercado a ella, y no sé..., yo creo que está bien puesta y ahí le he dejado al ladito de la "o" mi admiración y mi beso por haber sido testico muda del morir placentero de algunos viajeros de este cortísimo cuento.
ResponderEliminarBesos también para ti
Breve, pero bueno. Lindas refelxiones y comparaciones.
ResponderEliminarSaludos
...y por eso se dice que son tan peligrosas!
ResponderEliminarBuen fin de semana...por aquí nublado y frío
Me encantó!
ResponderEliminarMe parece que lo importante al fin es la actitud de esos hombres que a pesar de todo se animan al desafío...
Un abrazo,Martin!
Muy buen efecto el de los contrastes.Muy bueno
ResponderEliminarVictor, esa fue la idea que quise explorar. Poner a una sirena en un lugar inédito. Me alegra que te gustó. Un abrazo
ResponderEliminarEsteban, muchas gracias! Me alegra que te gustara este. No coincido con lo de la coma, creo que es el silencio que el lector necesita para recuperar el aliento. Gracias igual por la sugerencia. Un abrazo
Sil, es cierto. Si nos toca morir, al menos que sea felices y sin sed. Gracias por tantos elogios. Un beso
Elisa, me alegra mucho que te hayas permitido viajar entre las letras. Gracias por tu comentario y por tu visita. Saludos!
ResponderEliminarSol, a mi también me gustan las historias de sirenas. Cada tanto aparecen por el living, sin avisar. Estate atenta! Un beso y gracias!
Laluz, gran reflexión. Lo que no sabe la sirena es que será el hombre el que la robe a ella. Un beso
Fernando, puede ser que tengas razón. Lo pensé, pero preferí agregar algunos adjetivos, para hacerlo más explícito, más gráfico. Igual, agradezco tu sinceridad. Un abrazo
ResponderEliminarLiz, tan generosa como siempre! Muchas gracias
Baizabal, es un estilo que cada tanto me gusta explorar. Creo que tiene narratividad y una historia. No es una anécdota acaso también una microficción? Saludos
Natalia, TE visitaré entonces. Un beso y gracias!
ResponderEliminarNetomancia, creo que el contraste es lo que impacta, aunque la historia es realmente sencilla. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo
Anadry, a veces son mejores los espejismos que las ilusiones. Un beso
Campanula, me alegro demasiado entonces! Gracias por tu comentario. Un beso
ResponderEliminarReina, es cierto que es inesperado. Para más extraño es todavía que ese desierto se convierta en mar. Gracias por comentar. Un beso
Luis, seguramente le deben arder los pies. Gracias Luis. Gran comentario! Saludos
Hydro, me alegra que te haya gustado. Gracias por los elogios. Hace tiempo que no te veía por aquí. Saludos
ResponderEliminarClaudia, es cierto. Solo es cuestión de escarbar. Un beso
Rufino, muchas gracias! Creo que en esa hermosa contradicción está la clave de este relato. Un abrazo
Kappie, seguro que se movieron, si señor! Un abrazo
ResponderEliminarMara-mara, me hiciste reír mucho! Yo coincido con lo de la coma, por eso la puse allí. Gracias! Un beso
NoeliaA, me gusta la brevedad y las historias simples. Me alegra que a vos también. Gracias por tu visita y tu comentario. Un beso
Neogeminis, te referís a la sirena, a las arenas del desierto o a las aguas del mar? O a las tres? Saludos!
ResponderEliminarFelipe, es cierto. Lo importante es no dejarse vencer por el desierto! Me alegra que te haya gustado. Un abrazo
Alex, muchas gracias! Me alegra que te haya gustado. Un beso