Desde que empezaron a gustarle todas esas cosas que él le hace, de repente y sin pedir permiso, ella no pudo evitar enamorarse de aquel hombre invisible.
Ay...!!! que ahora tengo una duda...!!! Martín, tú sabes cuántos hombres invisibles hay?? Es que yo tampoco pude evitar enamorarme del mío..., y no sé..., me estará siendo infiel??? :(
Precisamente, Martín, ayer estuvimos hablando sobre las ventajas de tener una pareja invisible. Por supuesto, no las contaré aquí... Me hizo gracia el texto.
Es propio de los niños tener amigos invisibles, porque no podríamos de adultos tener un amor/amante invisible? Suena muy lógico Martín. Estupendo este micro relato , me encantó.
Rembrandt, es que todos tenemos algo del niño que fuimos y lo arrastramos hasta la adultez. Es lógico, es verdad! Me alegra que te haya gustado. Un beso y gracias!
Neto, por algo dicen que el amor es ciego... no le parece? Un abrazo
Martín, es sencillamente brillante tu publicación de hoy...
ResponderEliminarLa no vidente y el hombre insivible:
el encastre perfecto.
Un beso enorme.
SIL
Testado: insivible...? No vale
ResponderEliminarRe-escrito: invisible. Vale
(no veo bien! :P)
Bien visto ese micro.
ResponderEliminarUn saludo.
Fue porque no lo vio.
ResponderEliminarBUEN traslado de realidades, me gusta. Ella sí se percató de que era invisible.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Yo quiero una mujer invisible! Gran evocación de una cotidianidad extraña en dos líneas. Enhorabuena.
ResponderEliminarQué sugestivo lo encuentro, ha!
ResponderEliminarPero ese soy yo XD!
Saludos !
(:
Ay...!!!
ResponderEliminarque ahora tengo una duda...!!!
Martín, tú sabes cuántos hombres invisibles hay??
Es que yo tampoco pude evitar enamorarme del mío..., y no sé..., me estará siendo infiel??? :(
Besos.
Le resultó fácil enamorarse de alguien tan "transparente".
ResponderEliminarMuy bueno, Martín, como siempre. Un saludo.
Precisamente, Martín, ayer estuvimos hablando sobre las ventajas de tener una pareja invisible. Por supuesto, no las contaré aquí... Me hizo gracia el texto.
ResponderEliminarUn saludo.
No me extraña...
ResponderEliminarAbrazo.
está muy logrado.
ResponderEliminar8.5
No consigo descubrir el porqué, pero no me gusta cómo está escrito. Lo veo demasiado enrevesado.
ResponderEliminarVolví a leerlo para ver si había entendido bien, y sí, había entendido bien. Agudísimo, desconcertante y muy bueno!
ResponderEliminarCorto pero precioso!
ResponderEliminarEn algunos momentos a uno le gusta ese alguien invisible que lo llena de placer. Un saludo
ResponderEliminarEl constante factor sorpresa sin duda ayuda a la relación (y los hombres invisibles suelen saber muy bien qué nos gusta).
ResponderEliminarBueno, Martín
Un beso
Tengo una amiga que lo llama "Carmelo" ..., parece que somos varias con Carmelos je!! un alivio saberlo gracias a vos :P
ResponderEliminarUn beso gigante, Martin.
Es propio de los niños tener amigos invisibles, porque no podríamos de adultos tener un amor/amante invisible?
ResponderEliminarSuena muy lógico Martín. Estupendo este micro relato , me encantó.
Besos y buen finde para vos.
REM
Es ciego, pero no... bueno, aquí seguiría la frase, ud me comprende. Ja.
ResponderEliminarUn abrazo Martín!
Fantástico Martín.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo quiero un hombre así!
ResponderEliminarSil, ellos también creen que encajan a la perfección. Gracias por tus elogios. Un beso
ResponderEliminarPedro, que comentario tan simpático e irónico. Muy bueno! Muchas gracias. Saludos
Esteban, me quedo pensando si él acaso la veía a ella. Un abrazo
Baizabal, me alegra que te haya gustado. A veces no hace falta ver. Un abrazo
ResponderEliminarFernando, gracias por tu comentario. Habrá mujeres invisibles? Aunque no estoy seguro de querer una. Un abrazo
Kappie, eres invisible? Gracias por tu comentario. Saludos!
Mara-mara, yo creo que puede haber tantos hombres invisibles como quepan en tu imaginación. Un beso!
ResponderEliminarMarido, es muy bueno tu comentario! jaja (como siempre) Un abrazo y gracias
Víctor, deberás contarme esas ventajas por correo privado entonces. No me dejes con la intriga! Un abrazo
Ananda, a mí tampoco. Un beso!
ResponderEliminarJesus C., es cierto, sobre todo cuando lo quieres encontrar en la oscuridad! Un abrazo
Daniel, muchas gracias. Buena nota! Un abrazo
Jesús E., no lo sé. Te agradezco, de todos modos, tu sinceridad. Saludos
ResponderEliminarLaluz, bienvenida al Living! Me gusta cuando los micros invitan a una re-lectura. Me alegra que te haya gustado. Un beso!
Liz, igual que tu comentario! Muchas gracias!
Luis, aunque no fuera invisible, si lo llena de placer también le gustaría. Gracias por tu comentario. Un abrazo
ResponderEliminarAlís, nadie mejor que ellos para sorprender! Un beso
Anadry, me hizo mucha gracia tu comentario. No sabía que le ponían nombres. Gracias! Un beso
Rembrandt, es que todos tenemos algo del niño que fuimos y lo arrastramos hasta la adultez. Es lógico, es verdad! Me alegra que te haya gustado. Un beso y gracias!
ResponderEliminarNeto, por algo dicen que el amor es ciego... no le parece? Un abrazo
Isabel, muchas gracias! Me alegra que te haya gustado. Un beso
ResponderEliminarQuimera, sólo debes cerrar tus ojos, y él se hará sentir. Un beso
¡Felicitaciones, Martín!
ResponderEliminarGracias Claudia! Un beso
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