– I –
Desde la muerte de Luisa, las calles se cubrieron de cráteres extraños. En la terraza del enorme rascacielos, Superman planea un nuevo salto suicida.
– II –
La historia nos fue contada de manera equivocada: el murciélago gigante se pone el disfraz de Bruce Wayne, y no al revés.
– III –
Retirado de la lucha contra el crimen, el veterano Hombre Araña se dedica al tejido de suéteres de seda.
– IV –
La Academia de Superhéroes es una organización mafiosa. Superman se encarga de convencer a los aspirantes de que podrán volar, y Batman de hacer desaparecer los cuerpos de aquellos que no lo logran.
– V –
– Ahora soy la Mujer Maravilla – exclamó Robin, al salir del quirófano.
Los superhéroes no supieron generar mitos indestructibles. ¿O será que los mitos son cosas de personas normales y mortales? Un gran abrazo.
ResponderEliminarSuper ocurrente!
ResponderEliminarYo nunca tuve superheroe favorito... raro, pero cierto.
Saludos!
☼
La historia contada desde su propia deformación. Martín, que talento el tuyo para contar.
ResponderEliminarUn saludo
Es Ud. Señor, un especialista en romper los estereotipos con elegancia, talento y humor.
ResponderEliminarDivinos los cinco.
Un beso enorme, Martín.
Jaja, me sacaste varias sonrisas, muy buenos Martín. El de Robin está mortal jaja.
ResponderEliminarSi es que estaba claro...
ResponderEliminarMuy bueno !!!!
ResponderEliminarMe dió un poquito de tristeza lo de Luisa y Superman , pero por suerte lo de Robín me devolvió la sonrisa. En realidad, no me sorprende el cambio jejeje.
Besos
REM
Hulk cambió de color. (pero por favor decime que no es rosa!)
ResponderEliminarGenial la de Robin jajaja... Gracias, necesitaba sonreir!
ResponderEliminarA mí este Robin, siempre me ha parecido un tipo peculiar.
ResponderEliminarAnda que no me he reído con algunas de estas ocurrencias, sobre todo con el Hombre Araña jajajaja
ResponderEliminarUn abrazo ^^
Loco...
ResponderEliminarJa ja ja ja ja. Sos un loco.
Un tecito vine a tomarme al living mientras dejo que la brisa se encargue de calmar mi mutilado corazón.
Besos cariño, cuidate mucho.
¡JA! Me gustan todos pero no puedo sacarme de la cabeza la imagen del murciélago gigante... qué horror... con razón se disfraza de Bruce.
ResponderEliminarUn abrazo.
me encantaron los intentos suicidas de superman
ResponderEliminarBonitas greguerías...
ResponderEliminarYo siempre preferí al hombre-araña, me parecía el más débil de los superhéroes.
Saludos.
Los dos primeros, Martín, son muy bueno... me atrevería a decir que superbuenos. El quinto nos saca de dudas sobre la supuesta homosexualidad de Robin.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelentes!!
ResponderEliminarMuy buenos, los cambios de giro de los supehéroes.
ResponderEliminarUn beso,
Ignacio, me inclino por la segunda opción. Me encantó romper el mito. Un abrazo
ResponderEliminarSolecito, no es raro. Mucha gente no cree en ellos. Muchas gracias por tu comentario! Un beso
Luis, gracias por tremendo elogio. Creo que es lindo deformar historias contadas de memoria. Un abrazo
Sil, muchas gracias. Tenes razón, cada tanto me gusta romper los estereotipos, esta vez le toco a los superhéroes. Me alegra que te hayan gustado. Un beso
ResponderEliminarNetomancia, el de Robin es un viejo mito. Ahora sabemos los verdaderos motivos. Me alegra que te hayas sonreido. Un abrazo
Orologiaio, parece que si. jaja Un abrazo
Rembrandt, que bueno haber logrado dos sentimientos tan opuestos en la misma entrada.. pobre Robin! jaja Un beso
ResponderEliminarClaudia, muy bueno tu sexta microficción en este género superpoderoso. Muchas gracias! ;)
Quimera, me alegra que te hayan gustado. Veo que el de Robin ya no sorprende a nadie! jaja Un beso
Raúl, es cierto. Esta historia no trae ninguna novedad. Gracias por comentar, siempre es un placer tenerte por acá. Saludos
ResponderEliminarAnanda, la el hombre araña me dio mucha risa imaginarla. Gracias por tu comentario y por seguirme. Un beso
Natalia, cada tanto no viene mal un poco de locura. Espero que disfrutes ese tecito. Un beso.
Naida, es que cuesta imaginar un murciélago amigable. Quizás disfrazado parezca más lindo. Gracias por comentar! Un beso
ResponderEliminarCosasimpropias, imagino que no debe ser fácil vivir sin Luisa. Gracias por tu comentario. Saludos
Negrevernis, quizás por eso tuvo una vejez tan tranquila, no te parece? Gracias por tu comentario y bienvenida al living! Saludos
Victor, muchas gracias. Con estos quise probar algunas cosas diferentes, casi una continuación de los "Monstruosos". Me alegra que te hayan gustado. Un abrazo
ResponderEliminarJavier, muchas gracias! Me alegra que te hayan gustado. Saludos
Clara, es lindo jugar con las historias, sobre todo de las que creímos desde chicos. Gracias! Un beso
Estos cuentos estan perfectos, son ¡absolutamente inolvidables!
ResponderEliminarFelicitaciones,che.
Felipe
Muchas gracias Felipe! Me alegra que te hayan gustado. Te mando un abrazo
ResponderEliminarJesús, creo que la esconde debajo del traje, a la altura de la barriga. Todos creen que está un poco gordito, nada más. Un abrazo
ResponderEliminarBuen repaso a los clásicos.A Robin acá en Estados Unidos,desde tiempo se rumoraba que era extraño qué viviese con otro Batman,pero con éste cuento lo has estallado fuera del closet.Fabulosa reseña.
ResponderEliminarCarlos, lo de Robin se sospechaba hace rato. Solo fue cuestión de ayudarlo a salir. Un abrazo
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