- Gustos son gustos - decía Zenobio mientras se revolcaba en el lodo con los chanchos.
Al ver la escena, la gallina celosa empezó a cacarear.
- No hay caso. Me peiné las plumas, pero el gaucho ni me mira.
Es que al hombre le gustaban más las costillitas que los huevos fritos.
Al ver la escena, la gallina celosa empezó a cacarear.
- No hay caso. Me peiné las plumas, pero el gaucho ni me mira.
Es que al hombre le gustaban más las costillitas que los huevos fritos.
Sí, todo el mundo tiene sus preferencias, a veces, incluso elegidas insconscientemente...
ResponderEliminarUn cuento cortísimo... con buen gusto, Martín!
Saludos!
Feliz Fin de Semana.
Con los antecedentes de Zenobio, me imagino la cara de odio de la oveja...
ResponderEliminarEl que dijo que ¨en gustos no había nada escrito¨ es porque aún no vino a este living...
;D
Buenísimo, Martín.
Un beso enorme.
ajajaj... una carcajada se me salio de la nada!!! buenisimo Amigo... esta muy pero muy bueno!!!
ResponderEliminarQue feo estar en el lugar de la gallina....yo me estoy peinando las plumas para algún día ser su huevo frito!
ResponderEliminarRealmente muy bueno. Me gustó, valga la redundancia.
ResponderEliminarAbrazo grande,
Kutxi.
Jejeje... Buenísimo, como todos!
ResponderEliminarUn abrazo
☼
Pues sintiéndolo mucho, Martín, este cuento no me acabó de convencer. Quizás es que has puesto el listón demasiado alto, y a veces cuesta superarlo, o quizás es que yo soy demasiado exigente, o quizás... Nada, que me toca esperar el siguiente.
ResponderEliminarUn abrazo, Martín.
No me gustaria verme en la situación.
ResponderEliminarBesos
Definitivamente es cuestión de gusto visitarte! Un abrazo!
ResponderEliminarMuy bueno xD De hecho, pueden ser las costillitas o mil otras cosas del cerdo xD
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUy pobres chanchitos , hay amistades que matan, que la gallina mejor no se queje, no tiene idea de lo que zafó!
ResponderEliminarBesos y buen finde
REM
Martín, que irónico, el querer ser elegido para terminar en la mesa del hombre.
ResponderEliminarMuy bueno!
Excelente...
ResponderEliminarMartín amigo.
ResponderEliminarJa, ja, ja y más ja.
Hoy me reí en el living.
Un fuerte abrazo, feliz inicio de semana.
Besos.
Coincidimos en el tema de los posts: Sobre gustos no hay nada escrito. Ojalá el mío haya resultado la mitad de bueno que el tuyo.
ResponderEliminarUn saludo.
Culpemos al colesterol y listo.
ResponderEliminarSaludos
Pd: a mi también me gusta revolvarme en el barro, pero después no lavo la ropa...
Lasosita, ya lo dice el refrán, sobre gustos no hay nada escrito. Gracias por tu comentario. Saludos
ResponderEliminarSil, no me había puesto a pensar en la oveja. No es difícil imaginar su envidia e imposible no sonreir. Gracias por tu comentario. Un beso
Lisandro, que bueno que te haya gustado amigazo. Es un relato simple, pero creo que de indiscutible humor. Gracias por tus elogios. Un abrazo
..., bienvenido/a al Living! Nunca hay que perder las esperanzas de conquistar el gallinero. Espero que regreses pronto. Saludos
ResponderEliminarKutxi, me alegra que te haya gustado, mal que le pese a la gallina. Un abrazo
Solecito, este relato no es de los más profundos, pero aún así me alegra que te haya gustado. Saludos!
ResponderEliminarVictor, debo confesar que hice trampa con este cuento. Es una mini que escribi hace más de dos años y ya estuvo publicada en el Living en sus comienzos. Como anduve medio complicado ultimamente, decidí volver a probar el gusto (de eso se trata) de mis lectores e imaginé algún comentario como el tuyo. Debo reconocer que me alegra saber que, con el paso del tiempo, he logrado elevar la varilla. Espero poder volverla a mantener. Gracias por tu comentario. Un abrazo
Mardelibertad, te referis a la del cerdo o a la gallina? No sé cual es mejor. Saludos!
ResponderEliminarQuimera, eso es bueno o malo? ajaja Un beso
lalagoesfishing, tenés razón! Claro que si. En eso también hay para todos los gustos! Saludos
ResponderEliminarRembrandt, es cierto. La gallina aún no sabía cual era el destino del cerdo. Pero tampoco sabe que el sábado Zenobio querrá comer pollo. Gracias por tu comentario. Un beso
Netomancia, me alegra que hayas notado la ironía. Ese es el mensaje del relato que, aunque humorístico, busca mostrar las consecuencias inesperadas que puede tener una situación. Gracias por tu comentario! Un abrazo
ResponderEliminarFelipe, tu comentario es breve pero muy elogioso. Infinitas gracias. Un abrazo
Natalia, querida amiga, siempre es lindo saber que pude robar una sonrisa. Gracias por tu comentario. me alegra que te haya gustado. Un beso
ResponderEliminarMarido, salí corriendo a revisar el tuyo, y hablando de gustos, el tuyo me gustó mucho más. Gracias por tu visita. Un abrazo
Dragon, sobre esos gustos que confesás tampoco hay nada escrito. Simplemente procurá que no te confundan con un chancho. Un abrazo!
ResponderEliminar"Sobre gustos no hay nada escrito" al menos eso he oído siempre, ahora veo que no es así ja, ja. Un abrazo.
ResponderEliminarSechat, es cierto. Aunque sea una minificción, ahora sí lo hay! Un abrazo
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