La metamorfosis de Gregorio Samsa no fue un caso aislado en la familia. Más tarde, se supo que su madre se transformó en una araña de variedad peligrosa, su hermana en una oruga llena de pelos, su abuela en un brillante escarabajo, su tía en una laboriosa hormiga colorada y su primo en una mosca buena para nada, en ese orden, para nombrar solamente algunos de los casos. La única esperanza de la estirpe de los Samsa está puesta en el padre de Gregorio que, gracias a su eterna rebeldía, logró convertirse en un chihuahua alegre de cola movediza, y sobrevivió a todos los insecticidas.
El presente microrrelato obtuvo el Primer premio en el concurso de Minificciones del mes de octubre de 2009, inspirado en la imagen aquí incluida.
Un gusto siempre leerte..
ResponderEliminarUn abrazo
Con mis saludos fraternos de siempre...
Cuán kafkaiano resulta, que a don Franz , se le haya escapado la tortuga ;)
ResponderEliminar(ya que de bichos hablamos)
y no haya intentado publicar la biografía del padre de Gregorio !!!!, hubiera resultado no tan tremenda, quizás menos taquillera, pero más tierna, seguro...
Genial, como siempre...
Un beso enorme, Martín.
Buenísimo!!!
ResponderEliminarMe reí con el final!
Un abrazo
MAGAH
Muuuuuy divertido...
ResponderEliminarbesos!
excelente!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMe destornillas!
ResponderEliminarjajajajaj
=) HUMO
Que fabuloso e irónico relato existencialista de la familia Samsa, felicidades!!
ResponderEliminarSaludos, Martín.
que linda nota de color le pusiste al cuento con la imagen :)
ResponderEliminarbuenisimo!!!! jaja... me hizo reir... un abrazo amigo!
ResponderEliminarJa… Muy buena variante de La metamorfosis... Mejor dicho: muy buen epílogo.
ResponderEliminarBueno menos mal que alguno se libraba, que asco de familia xD
ResponderEliminarBesos desde la oscuridad.
Pues me ha encantado tu micro. de verdad, me ha encantado, Martín.
ResponderEliminarLa verdad sea dicha, muchas veces nos convertimos en bichos sin darnos cuenta, de ahí que no me sorprenda tu relato.Saludos.
ResponderEliminarDentro del tono divertido y humorístico que tiene el texto, encierra una realidad un mensaje claro e irónico por decirlo de alguna manera que me encantoooooooo.
ResponderEliminarcariños
muakkkkkkkkkkkkkkkkkkk
Adolfo, hace tiempo que no te veía por aquí. Un gusto siempre recibirte. Saludos
ResponderEliminarSil, es que esta historia es posterior. No sé si Franz se llegó a enterar. Gracias por tu comentario. Un beso
Magah, que bueno que te haya gustado! Gracias! Saludos
Me gusta la idea, el desarrollo, la metaliteratura que conlleva, la estrecha relación con la imagen, y algunas cosas más, pero me falló un poco el final. Lo vi un poco forzado a la imagen, Martín, como que no tocaba meter al chihuahua ahí.
ResponderEliminarDe todos, modos, sólo es mi opinión, así que: ¡Suerte en el concurso!
Un saludo.
Romina, me alegra que te haya divertido! Gracias por tu comentario. Un beso
ResponderEliminarVir, bienvenida y muchas gracias! Saludos
Humo, siempre es agradable robar una sonrisa. Me alegro! Un beso
Javier Alfaro, es una especio de venganza de Gregorio, que fue castigado e ignorado en vida por su familia, y ellos terminaron de igual manera. Me alegro que te haya gustado. Saludos
ResponderEliminarcosasimpropias, a pesar de que en el living no suele haber muchas imagenes, esta es la que inspiró el relato, y por lo tanto, debía estar aquí. Saludos!
Lisandro, me alegra que te haya gustado! Un abrazo para vos tambien
Javier Ortiz, así es. Es el epílogo de otra historia, bastante similar. Un abrazo
ResponderEliminarSusurros, por suerte, siempre hay una excepción a la regla! Un beso
Raúl, que bueno que te haya gustado! Es enorme el elogio viniendo de vos! Muchas gracias. Un abrazo
Hydro, ahí apunta justamente la historia. Todos tenemos algo de bichos. Saludos
ResponderEliminarCynthia, me alegro que te haya gustado y que hayas captado la ironía. Muchas gracias por tu comentario! Un beso
Victor, muchas gracias por dejar siempre tu sincera opinión. En este caso, creo que no es forzada la idea del chihuahua. Justamente, no es cualquier perro, sino un chihuahua. Tuve uno, y puedo asegurarte que se parece bastante a los otros bichos, aunque tiene una fealdad tierna y simpática. Un abrazo
ResponderEliminarGrandioso cuento, prueba de la voluntad de algunos y de la falta de ésta de otros.
ResponderEliminarSaludos!
algo de esto me imaginaba...la metamorfosis tenía que ser un problema genético...:)
ResponderEliminarBueno, después de todo esto es un poco lo que buscamos muchos. Una transformación para de alguna manera revivirnos.
ResponderEliminarUn saludo amigo Martín
Harold, eso es lo que diferencia a un dulce perrito de una horrible cucaracha! Un abrazo
ResponderEliminarAna, así parece. Sólo así se explica que haya mutado en algo tan feo. Gracias por tu comentario. Un beso
Luis, gran tema el que introducis con tu comentario. Que haríamos si pudieramos elegir mutar en otra forma? Gracias por tu aporte! Un abrazo
jajjajaja...cómo se te ocurren esas narraciones tan originales!???????
ResponderEliminarBuenísimo!
Un abrazo.
Neogeminis, muchas gracias! Es culpa de la imagen, que es tan loca como inspiradora. Saludos
ResponderEliminarGenial! Me reí mucho!
ResponderEliminarFelicitaciones!
Ja jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, locoooooooo, con vos me río...
ResponderEliminarJaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, un fuerte abrazote, espero estés muy bien loquito... me hizo mucha gracia tu escrito... gracioso...
Que pasés bien, cuidate mucho sí, besitos para vos.
con eso del karma no se juega... mas vale quedarse como perro.. aunque sea un chihuahua, por lo menos eso le dio inmunidad.
ResponderEliminarXD
un saludote
En caso de metamorfosis, yo quiero ser un pichino de alegre cola movediza :)
ResponderEliminarPobre padre de Gregorio, quien le iba a decir a él que se había casado con un arácnido venenoso..., creo que toda la culpa radica ahí, en su lamentable elección. Afortunadamente su reveldia y posiblemente su buén corazón pudo romper a medias, y hacia su favor, el conodido dicho que asegura que los que duermen en el mismo colchón son de la misma condición.
ResponderEliminarMe alegro enormemente por él!!!
(Espero que ese insecticida haya sido eficaz cien por cien, porque ahora mismo tengo por aqui una mosca...)
Un beso y una sonrisa :)
Ivan, bienvenido al living! Me alegra que te haya gustado. Gracias por tu comentario. Saludos
ResponderEliminarNatalia, muchas gracias por tu generoso comentario. Me alegra enormemente que te haya gustado y te haya robado una sonrisa. Un beso para vos también.
Sonia, claro que sí! Ademas, al menos el chihuahua es un bicho más querible. Gracias por comentar. Un beso
Ceci, yo también! Gracias por tu comentario. Saludos!
ResponderEliminarMara-mara,me hiciste reir con tu comentario. Espero que hayas podido con esa mosca. Un beso
El problema estaba por el lado del ala materna... Genial!! Amo tu brevedad!
ResponderEliminarQue se cuide de las perrera municipal!!! Un abrazo Martín y suerte con el relato!
ResponderEliminarQuimera, siempre hay un lado más problemático en la familia. Gracias por tu comentario. Me alegra que te gusten mis microficciones. Un beso
ResponderEliminarNetomancia, eso sería tan terrible como un insecticida! Saludos
Martín, Felicidades por el primer premio!
ResponderEliminarSin quitar mérito a las demás minificciones... la tuya era mi favorita.
Un abrazo,
Muchisimas gracias Clara por tus palabras! Realmente me sorprendió este reconocimiento, sobre todo porque la elección fue de los mismos colegas. La alegría es doble en ese caso! Un beso
ResponderEliminarFelicitaciones Martín! Definitivamente bien merecido el premio. Nos vemos en la próxima.
ResponderEliminarSaludos!
Claudia, muchisimas gracias! Creo que había buen nivel esta vez, como es habitual. Me quedo sorprendido, pero feliz. Saludos!
ResponderEliminarJesús, muchas gracias por tu comentario. Me alegra que lo hayas disfrutado. Saludos
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