En nuestro jardín de Edén no había árboles maravillosos, pero eramos felices. Como no existía un fruto prohibido, ella me tentó con una botella para compartir. Tras beberla, descubrimos nuestra propia desnudez, pero sin sentir vergüenza. Su sonriente osito de peluche ocupó el lugar privilegiado de la serpiente y fue el único testigo de nuestros actos conscientes. Nos habían ordenado que no lo hiciéramos, pero fue imposible resistir la tentación de nuestras hormonas adolescentes. Llevados por las pasiones carnales, olvidamos que faltaba un personaje en esta historia. Fue su padre quién tomó el rol de Javhé y abrió la puerta de la habitación inesperadamente, para expulsarnos, envuelto en furia, de nuestro propio e improvisado paraíso.
Y si, Dios es medio guardabosque jaja. Muy buena traslación de la historia, felicitaciones Martín.
ResponderEliminarMuy bueno el símil paradisíaco: tomar el fruto prohibido así coste la expulsión del paraíso.
ResponderEliminarLa desnhibición que provoca un grado de alcohol en las venas... lleva al acto del pecado carnal...
ResponderEliminarUn paraíso improvisado¡¡¡
Chau¡¡¡¡ Un beso....
uyyyy qué momento terrible!!! jejejeje...esas cosas no se olvidan nunca!!! jejejee
ResponderEliminarLa diferencia mas clara es que no sintieron vergüenza de su desnudez. Un abrazo.
ResponderEliminarMe has hecho evocar un momento vivido en mi pasado...
ResponderEliminarPero no acarreó tan trágica consecuencia como la aventurita de Adán y Eva.
Besito.
Jajaja, muy bueno!
ResponderEliminarsaludos
jajaja es genial
ResponderEliminaro sea es genial como lo escribiste
te imagine corriendo a medio vestir
te sigo
:)
saludos !
¡Qué historia tan común y tan originalmente contada!
ResponderEliminarCuántos paraísos improvisados han descubierto los "Javhé" particulares...
Un saludo indio
Ja, inevitablemente los dioses persiguen la furia de los corazones! Lo bueno es que mas allá de que nunca eso se ha detenido, tampoco han podido con los amantes.
ResponderEliminarBesos
Magah
Provoca una sensación de "Deja vu".
ResponderEliminaruna perfecta alegoria.
ResponderEliminarq genio!
Muy buena modernización biblica, Martín. Todo encaja al detalle. Supongo que el chico debió sudar un montón, aunque más que para ganarse el pan, para que no le partiera las costillas el enfurecido padre.
ResponderEliminarPor cierto: ¿La botella era de sidra?
Saludos lelos!!!
genial trasposición de hechos!
ResponderEliminarno le faltó ni un ingrediente
abrazo
Aplausos... aplausts Martín.
ResponderEliminarMe encanto como armaste la historia con los ingredientes de Adan y Eva...
Pobrecitos! Justo entro el padre...
Te felicito Martín por este relato tan original!
Netomancia, ese Dios también esta en todas partes. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo
ResponderEliminarAlejandro, el querer por sobre todo. Esa debería ser la regla. Gracias por tu elogio. Saludos
Isady, el alcohol es solo una excusa para lo que hubiera sucedido inevitablemente! Un beso
Neogeminis,coincido con vos. No se olvida que abrieron la puerta, ni lo que hacian antes de eso! Saludos
Ignacio, será porque ya se conocian de antes? Un abrazo
Clara, siempre son divertidos ese tipo de recuerdos. Me alegra que el desenlace, en tu caso, no haya sido tan grave! Un beso
Jose, muchas gracias! Me alegra que te haya gustado! Saludos
Charlie, bienvenido al living! Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por tu comentario y por seguirme. Nos seguimos leyendo. Un abrazo
No comments, lo que pasa es que la historia se repite. Cada uno tiene su pecado original! Un abrazo
ResponderEliminarMagah, es cierto. Por suerte el amor es más fuerte y no entiendo de prohibiciones! Un beso
Esteban, me alegra que te haya gustado. Saludos
Fernando, estoy seguro que todos pasamos por algo parecido alguna vez! Gracias por comentar. Saludos!
Cosasimpropias, muchas gracias por tu comentario tan generoso. Me alegra que hayas notado todas las alegorías. Saludos
Victor, muy bueno tu comentario sobre el sudor al que fue condenado el hombre. Aca también transpiró, cuando se echó a correr! un abrazo
Galán, me alegra que te haya gustado. Es una adaptación moderna de una historia muy antigua pero siempre vigente. Saludos
Carla, muchas gracias por tus felicitaciones! Que bueno que te haya gustado. Todos tenemos algo de Adan y Eva. No te parece? Un beso
Excelente paralelismo. Interesante la forma de contarlo, interesante el humor que está presente en el relato, perfecto el final. Me gustó mucho.
ResponderEliminarAbrazo grande,
Kutxi.
Que realista este cuento... y pensar que en tantas ocasiones un furioso padre no estaría nada mal... las hormonas a veces hacen ver un paraíso donde no lo hay. Pero si el paraíso es real... no hay dios ni furia que valga para hacerlo olvidar!!!
ResponderEliminarMuy bueno!!! Cariños...
Kutxi, me alegra que te haya gustado. Me gusta condimentar los relatos cortos con un poco de humor. Gracias por tu comentario! Un abrazo
ResponderEliminarLauri, coincido con lo que decis respecto de que a veces no vendría mal, pero al amor no hay forma de evitarlo! Gracias! Un beso
Así vista la historia es del todo creíble, resulta del todo cierta y uno sienta como un encogimiento en el alma, en el corazón y en algún otro lugar, ante la presencia de tan temible Javhé
ResponderEliminarMe encantó.
PAZ
Luis, comparto lo que decís. Así la historia parece mas terrenal. Gracias por tu comentario. Saludos
ResponderEliminarY menos mal que no le dio al viejo por liarla a golpes contigo.
ResponderEliminarDivertidisimo.
Bárbaro!
ResponderEliminarUna delicia de cuento. Me parece redondo, por no decir perfecto, y me ha encantado!
ResponderEliminarUn saludo!
Muy bueno.
ResponderEliminarParaíso en habitación a oscuras.
Nos leemos.
(Yo también escribí algo sobre Javhé en mi blog... a ver que te parece)
Siempre que paso por acá leo cosas muy buenas! Divertida su historia y excelente su humor!
ResponderEliminarBesos y buen finde
Pau
Raul, no te niego q tuve que correr! jaja un abrazo
ResponderEliminarDanilo, me alegra que te haya gustado. Bienvenido al living! Saludos
Mercedes, muchas gracias por tu comentario tan generoso. Me alegra que te haya gustado. Un beso
Citopensis, muchas gracias! Ahora pasaré a leer el tuyo. Un abrazo
Paula, me alegra que disfrutes tus visitas al living. Buen fin de semana para vos tambien. Un beso
Genial este texto. Me gusto como lo combinaste.
ResponderEliminarMuy bueno!
Gracias Kapasulinos! Bienvenido ese equipo! Saludos
ResponderEliminarSiempre el padre fastidiándolo todo xD
ResponderEliminarLos paraisos siempre dan la chance de ser vueltos a recrearse...
ResponderEliminarSaludos!
Maravilloso! a mi me pescó mi hermano mayor, creo que fué peor! jajajajaj será que no se llevan bien del todo con mi marido ???!!!
ResponderEliminar=) HUMO
Lalagoesfishing, y no es el único! Un beso
ResponderEliminarBello Abril, bienvenido al living! Estoy totalmente de acuerdo con vos! Gracias por tu comentario. Saludos
Humo, eso no se si es peor o mejor, pero en ambos casos terrible! Un beso
Claro que había, y no simplemente "algo más" sino uno de tus exquisitos cuentos cortísimos. Y que éste, precisamete, es para imaginar e imaginar, como tantos otros tuyos.
ResponderEliminarAquel "improvisado paraíso"... mmm me suena a que este Adán y esta Eva se habrán marchado con una sonrisa pintada de oreja a oreja. Buenísimo, muy bueno de verdad. Sos experto en paralelismos eh!!
Saludos.
De una manera u otra... siempre hay algo o alguien que consigue expulsarnos del paraiso.
ResponderEliminarUn beso,
Natalia, que bueno que hayas notado esos paralelismos. Seguro que se fueron con una sonrisa, pero a las corridas! Un beso grande
ResponderEliminarClara, lamentablemente es así. Un beso!