“Todo bicho que camina va a parar al asador”, ordenaba el pequeño cartel colgante sobre la parrilla, en homenaje a los sabios versos del Martín Fierro.
Y el cocinero obediente, sin darse cuenta de la transformación, arrojó sobre las brasas a Gregorio Samsa.
Y el cocinero obediente, sin darse cuenta de la transformación, arrojó sobre las brasas a Gregorio Samsa.
Mirá Martín, cuando hay hambre, hasta viene bien una rara cucaracha gigante....pobre Gregorio, qué triste final...(ése no figura en la historia del libro...) !!!
ResponderEliminarSOS GENIAL Y EL MINICUENTO TAMBIÉN LO ES.
BESOS DE LIVING
La metamorfosis, q le dicen. :P
ResponderEliminarJusto vengo de comerme un asado, y no, no tengo culpa =)
Besitos Martin
Sil, creo que ni Kafka imaginó un final tan cruel para su personaje. Gracias por tu comentario. Un beso
ResponderEliminarandreita, espero que el asado no haya incluido este tipo de menú. Un beso
jajajjajajajajjajajjajajajjajaja..total, si ya su familia le había repudiado, ya puestos a tener un trágico final, al menos en este alguien le disfrutará como es debido..ajajjaja
ResponderEliminarbestos..
Eres ingenioso.
ResponderEliminarjajajaja
Me has hecho reir.
Besos.
Juls, muy gracioso tu comentario. ¿que pueder ser peor que el desprecio? saludos
ResponderEliminarCecy, me alegra haberte sacado una sonrisa. Un beso
Sólo empezar a leer ejjeje me lo temía.Un abrazo.
ResponderEliminarHYDRO, se ve que lo pensaste alguna vez. Un abrazo
ResponderEliminarObediente el cocinero, pero ignorante.
ResponderEliminarQué manera de combinar literatura, Martín. Te felicito sinceramente.
Gracias Esteban. Todo tiene alguna relación, solo me encargué de mostrarla. Un abrazo
ResponderEliminar¡Ay, pobre Gregorio! Desde que leí ese libro, cada vez que veo una cucaracha lo imagino...
ResponderEliminarNoelia, ahora va a ser dificil que lo vuelvas a ver... saludos
ResponderEliminarjajajaja, muy bueno. Será rico este Gregorio...
ResponderEliminarCuriosa mezcla de personajes y curioso almuerzo el del cocinero. Muy bueno :)
ResponderEliminarja ja ja ja ja me dio mucha risa... un abrazote para vos.
ResponderEliminarMe ha encantado.
ResponderEliminarGenial!
Un beso,
Druida, la verdad que no puedo contestarte, porque no me animé a probarlo! ;)
ResponderEliminarlalagoesfishing, lo curioso es que el cocinero no haya escuchado los gritos!
Natalia, esa era la intención! Un abrazo
Clara, me alegra que te haya gustado. Gracias. Un beso
Ja. Muy buena mezcla de historia y personajes. Un abrazo!
ResponderEliminarMaya, una mezcla ardiente como las brasas. jaja Saludos
ResponderEliminarEstupendo. Kafka estaría maravillado del nuevo destino del pobre Gregorio.
ResponderEliminarFelicitaciones, gran blog, excelentes relatos. Estoy leyendo de a poco, es mucho material ja.
Netomancia, bienvenido al living. Muchas gracias por tu comentario. Estaremos aca para que sigas leyendo cuando decidas volver. Saludos
ResponderEliminarPara ser sincero: se lo merece. No hizo nada para evitar que le pasara lo que le pasó.
ResponderEliminarSaludos
Dragon de azucar, no había pensado lo que decís, pero tenes razón. Al menos hubiera intentado asustar. Saludos
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