Cuando eran niños, su abuela los invitaba a cenar en su casa una vez a la semana. Los esperaba con milanesas con papas fritas, su plato favorito. Ella disfrutaba tener a todos sus nietos juntos al menos por un par de horas, y escuchar sus historias divertidas, que la hacían recordar su infancia tan lejana.
Aunque pasaron muchos años, sus nietos continúan con la tradición de reunirse semanalmente en la casa de su abuela. Ella ya no está para escuchar sus relatos, pero sus nietos la recuerdan siempre. Ella se ocupa de que, de alguna manera, nunca falten las milanesas con papas fritas servidas a la temperatura justa sobre la mesa del comedor.