Los niños miraban dibujos animados en la tele del living. Yo intentaba leer un libro en el dormitorio. Los escuchaba gritar, reírse, mientras disfrutaban con alegría de sus personajes favoritos.
“¡Detente maldito!”, gruñó el mayor con voz de cowboy. “¡Es la princesa Pirulina!”, exclamó entusiasmada su hermanita. “¡Hola Superchancho!”, saludó el más chiquito. “¡Otra canción!”, pidió la más coqueta de las niñas, con un micrófono de juguete en la mano.
La novela era demasiado interesante. Quizás por eso no noté la presencia de aquel hombre a caballo, mucho menos del carruaje, del cerdo volador o de aquel grupo de ardillas cantantes con disfraces de colores. Quizás por eso tampoco noté el repentino silencio, ni los ladridos confundidos de nuestra mascota.
Insisto, la novela era demasiado interesante. Seguramente por eso me atrapó por completo, sobre todo ese capítulo en que un lector es devorado por su libro, ante la atónita mirada de un perro desorientado, que ladra frente a un televisor que muestra la imagen animada de unos niños.
Me gustó mucho el título Martín, muy apropiado.
ResponderEliminarUn saludo indio
Amigo indio, me alegra mucho que me digas eso. Porque me llevó casi tres días encontrar el título apropiado para este relato. Muchas gracias! Saludos
ResponderEliminarY continúa...
ResponderEliminarExcelente! Igual lo que me mató fue un detalle "Pirulina" - Aplausos!
ResponderEliminarmaldita absorción... benditas letras!! .. m djast en pausa muuy bien =)
ResponderEliminarHermoso!!
ResponderEliminarPavada de continuidad! Jaja. Muy bueno ;)
ResponderEliminarMuy bueno, Martín. Me han encantado esos pequeños detalles que enriquecen el texto y nos despiertan sonrisas (qué recuerdos me trae ese "chanchito volador" de mi infancia.
ResponderEliminarUn saludo.
Sara Lew
http://microrelatosilustrados.blogspot.com/
Parece que el libro y los dibujos animados era realmente muy interesantes. El primero atrapó al lector, y los dibujos a los niños.
ResponderEliminar¿Quién atrapará al pobre perro? Quizás, en el tiempo de anuncios publicitarios, si se anuncia comida para perros o algo así.
Es muy bueno, de una complejidad literaria placentera.
ResponderEliminarAbrazo.
Esteban, ¿continuará? Un abrazo internacional
ResponderEliminarRomina, jaja Ese nombre surgió espontáneamente. Me lo quedo, para el día que escriba un cuento infantil. Un beso
Pamela, bienvenida al Living! Me alegra que estas letras también te hayan atrapado. Muchas gracias. Saludos
ResponderEliminarHarold, muchas gracias! Me alegra que te haya gustado. Saludos
Un poco rara, muchas gracias por tu elogio. Me alegra que te haya gustado. Saludos
ResponderEliminarSara, aunque son personajes ficticios creo que tienen mucho en común con algunos personajes de mi infancia. Quizás por eso también pueda identificarse con tu infancia, y la de los demás. Muchas gracias. Saludos
Luisa, demosle la chance de escapar al pobre perro. Aunque se me ocurre que podría haber un hueso interesante, o un juguete mordedor. Gracias por tu comentario tan oportuno. Saludos
ResponderEliminarNeto, coincido en que tiene cierta complejidad que obligue quizás a una relectura. Está inspirado en un texto del maestro Cortazar, quizás por eso el resultado haya sido placentero. Me alegra que te gustó. Un abrazo
Espiral
ResponderEliminarGi, así es. Saludos!
ResponderEliminarParece un apasionante juego de dominó, en el que una situación provoca otra.
ResponderEliminarOtro beso.
SIL
Sil, esa fue la idea del relato. Me alegra haber logrado el efecto. Gracias! Saludos
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