Acomodó en el baúl del automóvil una caja con bebidas alcohólicas, algunas sustancias prohibidas y una docena de discos de heavy metal.
–¿Adónde vamos? –preguntó el taxista.
–Al mejor lugar del Mundo –respondió el sujeto de los cuernitos.
Y el asfalto se abrió por debajo del vehículo hasta devorarlos.
¡Maldición! ¡Me apunto a ese viaje!
ResponderEliminarJeje, buena imagen, sugerente; me gusta más que el anterior.
ResponderEliminarUn abrazo
jajja... el sujeto de los cuernitos... qué bien me traen algo de alcohol al infierno.... jaja
ResponderEliminarSe fueron al diablo! Ja, muy bueno Martín!!!!
ResponderEliminarCómo me primereó Neto...
ResponderEliminar:)))
Genial, Martín.
La imagen es insuperable y la analogía perfecta.
Pero el comentario perfecto, es que el está arriba.
:D
Beso enorme
SIL
Y a mi que me dijeron que ya estaba en subsuelo 3... por eso prefiero bajar las gradas.
ResponderEliminarEste taxista II mejorando al anterior, de momento me apunto a este viaje, pues promete.
ResponderEliminarUn saludo indio
jajajaja, muy bueno. Sorprendente
ResponderEliminarAl menos viajaron surtiditos
Besos
Pues entre el cielo y ese lugar, Martín, no sé ya qué escoger. Bueno, sí lo sé, pero mejor me callo. Me gustó.
ResponderEliminarUn saludo.
Me ha gustado mucho este "Historias del taxi" Mejor que el anterior. La imagen es muy viva, y como ya se ha dicho alguna vez en otros micros, es como una viñeta.
ResponderEliminarFelicidades. Un abrazo
¿Qué? ¿el cornudo no se iba de juerga por despecho? Oops...
ResponderEliminarMuy bueno Martín, como siempre.
Besos,
¡Al infierno! Podrías hacer otra versión con el cielo. Muy gráfico.
ResponderEliminarEl mismísimo Angus Young se sentiría orgulloso. Me gustó, Martín.
ResponderEliminarUn abrazo
Tenía más razón que un santo.
ResponderEliminarBlogsaludos
Martín, el rojizo fulano tenía los consabidos cuernos luciferinos, una larga cola endiablada y...las putas llaves del cielo!!!
ResponderEliminarMiroslav
y con música de la mejor... así vale la pena...
ResponderEliminarBueno esto si que es imaginación. Que fin de semana les espera en aquel lugar de fuego.
ResponderEliminarMoraleja: portate mal y estarás en "la gloria"!!!!
ResponderEliminarMuy bueno, Martin !!!
(ya leí que muchos quisieran estar en ese viaje...¿exceptuando las sustancias, ... el alcohol y el heavy metal no estan prohibidos, aún, no?????)
Beso gigante!!
Esteban, me alegra que esta te gustara más. Ya seguirá la secuela. Saludos
ResponderEliminarFernando, ya veo porque desapareciste por unos días! jaja un abrazo
Baizabal, mejor así. Ya llegará la continuación. Gracias! Saludos
Reina, me hiciste reír. Vos también fuiste en taxi hasta allá? Un beso
ResponderEliminarNeto, el viaje habrá sido corto no? jaja Un abrazo
Sil, los comentarios a veces superan el relato, como en este caso. Gracias! Me alegra que te haya gustado la analogía. Un beso
Vinicio, bienvenido al Living! Gracias por tu visita y tu comentario. Espero verte de nuevo por aquí, después del descenso al próximo subsuelo! Un abrazo
ResponderEliminarIndio, el viaje va a ser divertido. Ya seguirá. Un abrazo y gracias.
Alís, lo importante fueron las provisiones. Pero cuando se acaban, siempre están obligados a volver. Un beso
Víctor, si lo vieras, sabrías fácilmente que escoger! Gracias. Me alegra que te gustó! Un abrazo
ResponderEliminarMaite, intenté que fuera gráfico. Seguramente vendrán a visitarnos otros taxistas en el futuro, cuando vuelva de este viaje. Un beso
Claudia, no, por despecho no. Sino por vicio nomás.. jaja un beso
Manu, buena idea. Quizás el próximo viaje nos lleve para allá. Gracias! Saludos
ResponderEliminarJesús, que bueno que sumes a Angus a ese viaje. Allí va, descendiendo a los infiernos, tocando "Highway to Hell". Gran comentario! Un abrazo
Adivín, el viaje del santo hubiera sido seguramente más aburrido. Saludos y gracias por comentar!
Miroslav, que honor recibir tu visita por aquí! Bienvenido a mi Living! Llegaste justo para ir al viaje al infierno. Me alegra que hayas traído las llaves! Muchísimas gracias por tu visita y por comentar! Un abrazo grande
ResponderEliminarEdu, la música es fundamental e ideal para estos casos. Un abrazo
Luis, la fiesta durará todo lo que duren las provisiones. Saludos
Anadry, será esa la gloria? Como sería portarse mal? Me dejas muchos interrogantes en un solo comentario. Me gustó la moraleja! Gracias por invitarnos a pensar y divertirnos! Un beso grande
ResponderEliminarme gustó
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