lunes, 14 de junio de 2010

Taxímetros I

Aquel taxista tiene varias personalidades. En tal solo una jornada laboral, es capaz de sostener ideologías políticas contrapuestas, mudar de equipo de fútbol o cambiar su estado civil múltiples veces.
La mutación es casi automática. Un hombre distinto aparece sentado frente al volante cada vez que un nuevo pasajero abre la puerta.

34 comentarios:

  1. Me gustó. Sobre todo por el I que acompaña al título y promete más. Y es que el cliente siempre tiene la razón.

    Un abrazo, Martín.

    ResponderEliminar
  2. Me gustó, interesante. ¡Besos!

    ResponderEliminar
  3. Me siento identificada... trabajo en salud y con cada peciente nuevo hay que adaptarse... incluso recordar conversaciones que quedaron pendientes el último mes... jaja
    Muy bueno...!!

    ResponderEliminar
  4. Desde luego que hay oficios que son multidisciplinares.

    Esperamos el taxímetros II

    Un abrazo MAYÚSCULO

    ResponderEliminar
  5. Me ha hecho sonreir aunque pienso que, en general, todas las personas funcionamos así, eso sí no de una forma tan rápida y automática.

    Un beso con varias personalidades

    ResponderEliminar
  6. Todo un profesional del gremio del taxi.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Me encanto, ese si que es un actor :D

    ResponderEliminar
  8. Creo que se sostendría igual sin la explicación final.

    Es muy bueno este micro, un abrazo Martín

    ResponderEliminar
  9. Servicio al cliente.

    Todos cabemos ahí. Haha.



    Saludos !

    ResponderEliminar
  10. Muy bueno, Martín!!!
    ...también son psicólogos, no porque sepan qué contestar, sino porque la gente se sienta y acciona el botón catártico y larga el rollo!!!
    Beso gigante.

    ResponderEliminar
  11. Será que algunos políticos tienen una extensa carrera como taxistas?
    Beso

    ResponderEliminar
  12. No lo sé, Martín, lo encuentro predecible, pero por lo que veo viene una serie. Espero...

    ResponderEliminar
  13. Martín, me falta algo, aunque esperanzado estoy con ese I del título...

    Un saludo indio

    ResponderEliminar
  14. Uyy!! Conozco a unos cuantos así, y no son taxistas, jejeje.

    Promete esta serie. Espero con ganas los siguientes.

    Un beso

    ResponderEliminar
  15. Si este taxista logra ser todo eso porque cree que su identidad no está ahí sino en otra parte, entonces quiero ser como él...

    ResponderEliminar
  16. Lo que se dice volátil, el hombre...
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  17. Muy bueno Martín, metamorfosis constante e infundamentada de personalidad, ja.

    Cariños!

    ResponderEliminar
  18. Me parece totalmente verdadero.
    siempre te leo aunque no siempre comente.
    un abrazote

    ResponderEliminar
  19. LLego aquí de salto en salto. Verdadero el cambio de personalidad. ¿Yo cuántos tengo? Mmmmm...

    ResponderEliminar
  20. Víctor, me alegra que te haya gustado. Y sí... habrá más. Un abrazo

    Meri, me alegra que te haya gustado. Gracias por tu comentario! Un beso

    Reina, buena analogía. Hay trabajos que requieren de esa adaptabilidad. Veremos si te identificas también con el resto de las historias. Un beso y gracias por comentar.

    ResponderEliminar
  21. Maite, bienvenida! Ya vendrá la continuación. Gracias por tu opinión! Saludos

    Odile, es la eterna preocupación por el querer caerle bien a la gente. En el caso de los taxistas me llama más la atención, porque los encuentros son muy breves. Aún así son eternos buscadores de amistad. Gracias por tu opinión. Saludos

    Ananda, nadie podrá decir que no es un tipo flexible a los cambios! jaja un beso

    ResponderEliminar
  22. Liz, me gustó eso de imaginar al taxista como un actor frustrado. Saludos

    Baizabal, creo que la explicación final le da un lindo cierre al relato. Me alegra que te gustó. Saludos

    Kappie, es un tipo dedicado, eso sí. Un abrazo

    ResponderEliminar
  23. Anadry, creo que los taxistas, al igual que los médicos, suelen ser psicologos en algunos momentos. Es increíble que ellos se animen a opinar. Gracias! Un beso

    Gi, buena idea! Quizás esa sea una buena carrera política. Un beso

    Esteban, continuará la serie. Espero que el resto te guste más. Saludos

    ResponderEliminar
  24. Indio, esperemos que el próximo te guste más. Un abrazo

    Alís, es cierto lo que decís! No es una característica exclusiva de los taxistas. También creo que los pasajeros se adaptan al taxista de turno, por las mismas razones. Gracias por tu comentario. Un beso

    Daniela, si así fuera, yo también quisiera ser taxista. Gracias por tu opinión! Hace rato que no te veía por aquí. Un beso

    ResponderEliminar
  25. Neogéminis, espero que no lo digas por la velocidad a la que le gusta conducir! ja Un abrazo

    Sol, exactamente esa es la historia que quería contar. Me alegra que te haya gustado. Un beso

    Jesús, tendrás que saber adaptarte a cualquiera que te toque. Total, el viaje dura solo un ratito. Un abrazo

    ResponderEliminar
  26. Campanula, y yo siempre escribo, aunque no me comentes. Muchas gracias por dejar tu huella. Un beso

    Su, bienvenida al Living! Me alegra que uno de tus saltos de haya depositado por aquí. Espero que te sientas a gusto y que vuelvas pronto. Un beso

    ResponderEliminar
  27. Je! se me ocurrió que a los pasajeros que deben movilizarse mucho en taxi, les debe suceder lo mismo.
    Besos,

    ResponderEliminar
  28. Lindo sería filmarlo constantemente, para ver como cambia de forma ante el asombro de sus pasajeros.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  29. Qué foto precisa. Me encantó.
    Creo que lo hacen para sobrevivir...
    No pueden ser sólo auditores, y se ven compelidos a generar el diálogo diverso.

    La figura del taxista es impecable.
    Y si hay próximas entregas, ésto promete verdaderamente.

    Un beso enorme

    SIL

    ResponderEliminar
  30. Claudia, es verdad. También hay pasajeros que mutan de acuerdo a la situación. Así es mejor! Un beso

    Neto, sería un buen corto no? Buena idea! Un abrazo

    Sil, me alegra que te haya gustado la imagen. A mi me pareció un micro muy simple, pero me gusta imaginar el momento de esa mutación. Coincido, lo hacen para sobrevivir. Gracias por tu comentario! Un beso

    ResponderEliminar
  31. Al parecer la vida de un taxista no es tan aburrida como la de una persona que pasa 8 horas frente a una máquina...

    ResponderEliminar
  32. Super cuento que ilustra como se van confundiendo los biógrafos de las personas que agregan a su propia mitología.
    He contemplado en lo personal,cómo inventar cuentos,no es exclusivo de los micro relatistas,y otras variantes de seres con desubicación mental.
    Todo es culpa del mal gobierno,nos queda el consuelo de que posiblemente Argentina gane el mundial.

    ResponderEliminar
  33. Quimera, seguramente ya vendrán más taxistas a contarnos otras historias que espero te resulten divertidas. Un beso

    Carlos, ojalá se cumpla el consuelo que proponés. Coincido con vos. Los taxistas también son grande creadores de microrrelatos. Por ello, mi homenaje en esta serie. Un abrazo

    ResponderEliminar
  34. Bueno eso se llama capacidad de adaptación al medio. De este modo se evitan muchos conflictos.
    Un saludo

    ResponderEliminar

Este blog se alimenta de tus comentarios y/o críticas. ¡Muchas gracias por participar!