domingo, 29 de marzo de 2009

El olvido fatal

Se apagaron las luces del escenario y un aplauso prolongado quebró el silencio de la sala. El joven mago acababa de desaparecer en escena ante la absorta mirada del público, consumando una ilusión inexplicable y nunca antes lograda. Fue la última función del ilusionista, que jamás logró recordar la segunda parte del truco.

20 comentarios:

  1. Caramba, qué macana...
    jaja
    Saludos, muy bueno este cuento breve.

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  2. Muchas gracias Noelia y Raul por sus comentarios y por volver siempre. Nos seguimos leyendo. Saludos

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  3. Me pone muy contenta que te haya gustado mi blog porque de esa manera pude descubrir el tuyo. Es excelente, voy a leerte seguido. Un saludo.

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  4. Muchas gracias Agostina. Nos seguimos leyendo entonces. Saludos

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  5. ¡Muy bueno! me encanto.
    Un beso, cielo.
    Natacha.

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  6. Como siempre, excelente ! Siempre un giro inesperado.

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  7. Gracias Roko. Me alegra que te haya gustado. Saludos

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  8. Estoy curioseando por tus entradas y la verdad es que me ha gustado mucho tu blog.
    Es un gusto leer tus ocurrencias.


    Y ojo! que no miento como la parejita del motel, jejeje


    saludos!

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  9. Me alegro que te haya gustado y te agradezco mucho tus comentarios. Espero que vuelvas entonces y poder seguir sorprendiendote. Saludos y gracias

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  10. Tus microrrelatos son geniales. Este en particular me fascino. Seguiré leyéndote. Te enlazo en mi blog.

    P.D.: Gracias por tu visita.

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  11. Gracias ismed. Veo que ambos somos fanáticos de los microrrelatos. Te devuelvo el enlace entonces, asi seguimos leyendo. Saludos

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  12. Ja, ja. Los trucos de mágicos tienen muy poco.
    Es la primera vez que te visito y me ha gustado. Felicitaciones.
    Un fuerte abrazo!!

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  13. Martín, este micro está muy bueno. Te encontré y me quedo. Compartimos el amor por lo breve.

    Te enlazo.

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  14. Maya, gracias por tu comentario y tu visita. Espero verte pronto de nuevo por aquí. Saludos

    Esteban, me alegra encontrar a otro fanatico de lo breve. Te devuelvo el enlace y nos seguimos leyendo. Saludos

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  15. Me uno tarde, pero nunca es tarde para agradecer un relato como éste.

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  16. Alejandro, los cuentos no pasan de moda, asi que agradezco tu comentario. Nunca es tarde. Saludos

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  17. Ooooooohhhh. Pobre mago, se esfumó. A mí que se me olvidan muchas cosas... no dejo de anotar TODO en una agenda. Eso debió hacer el mago.
    Un abrazo, Martín.
    Espero que visites mi blog pronto.

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  18. Naida, una agenda suele ser una buena técnica en esos casos. Gracias por comentar este relato olvidado del living. Te visito! Un abrazo

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